belleza
belleza
En 2020 nos invade la exageración de los 80 y el glamour exacerbado de los 90. Entre una década y otra, juntamos tal cantidad de artificios visuales (mangas abullonadas, vestidos esculturales y pendientes de perlas XXL), que al cabello no le queda más remedio que silenciar su protagonismo. “Tu peinado tiene que convertirse en el punto de equilibrio. El minimalismo y la naturalidad son casi obligatorios. Toca huir del exceso de volumen, de las ondas muy marcadas y de los moños demasiado historiados”, propone María Baras, directora del madrileño Salón Cheska (@saloncheska). “En su lugar, apuesta por coletas pulidas, melenas lisas y brillantes, rayas en medio y moños de bailarina”, añade.
“Todo tiene un camino y las cosas llegan porque las tendencias las dictan”, señala Omar El Ghabawy, director del salón Studio C (www.studioc.es). “La peluquería es muy diferente hoy a como era en el pasado. Antes, por un peinado bonito se entendía un look voluminoso, muy trabajado con cepillos y marcado con productos de fijación y de volumen. Hoy esa cultura de peinar se ha perdido por cuestiones de comodidad, pero también porque nuestro sentido estético ha cambiado y ahora importa más la naturalidad del pelo, la estructura que da un buen corte o la luminosidad que aportan unas mechas bien creadas”, explica El Gharbawy.
“Esta revisión de las trenzas de boxeadora (en versión mechón retorcido sobre sí mismo) sienta mucho mejor a los rostros alargados. Al despejar la cara, se pone en valor el equilibrio de los rasgos”, explica Omar El Gharbawy, director de Studio C.
“Retirar el pelo de la cara con un elemento lúdico y muy fashion”. Ese es, según María Baras, directora de Salón Cheska, el objetivo de los accesorios que ahora se suben a tu pelo. “Las horquillas y pasadores en paralelo (mejor si son de strass o pedrería) crean un efecto colegiala moderna que es pura tendencia”.
Darle un toque de elegancia a una cola de caballo baja solo requiere un poco de imaginación. María Baras lo resuelve con dos mechones sueltos a ambos lados, que se cruzan por encima de la goma para esconderla y se sujetan por detrás con una horquilla de moño invisible.
El glamour de las joyas y el espíritu más subversivo de la bisutería invade las melenas y define los looks con cristales y piedras de colores, pero también con estrellas, perlas e iniciales.
La clave del volumen de este look de Zoey Deutch es que “está cardado en la coronilla”, explica Eduardo Sánchez, de Maison Eduardo Sánchez. “Y crea un efecto diadema que le imprime elegancia a un peinado sencillo”.
La textura ondulada de este recogido de Amber Heard “requiere primero un brushing y luego unas tenacillas. El trenzado suelto, circular y ascendente se inicia en la nuca y se funde en la parte superior”, explica Eduardo Sánchez.
Saca tus armas con sprays de fijación de peinado, accesorios top y geles texturizantes. Con este arsenal, el look perfecto está asegurado.