En cuestión de belleza el confinamiento no solo ha producido algún que otro desastre capilar o un brote de acné a pesar de estar dejando que nuestra piel descanse del maquillaje , sino que también ha provocado la aparición de caspa en algunas melenas. Y, aunque no hay por qué avergonzarse de sufrirla, es completamente comprensible que quieras deshacerte de ella ¡ya!
Para hacerle frente primero tendrás que saber diferenciar entre esta y un cuero cabelludo seco, ya que ambos problemas son totalmente opuestos. De hecho, la caspa suele ir asociada a un cuero cabelludo graso, que puede incluso derivar en dermatitis seborreica -en este caso las escamas son amarillas y grasientas y van acompañadas de enrojecimiento e irritación–. Una vez hayas descubierto que tu problema no es la sequedad, toca averiguar qué puede estar provocándolo.
Igual has aprovechado el confinamiento para lavarte la cabeza menos a menudo, pero no limpiar el cuero cabelludo lo suficiente puede hacer que tanto los productos capilares como el sebo y las células muertas del propio cuero cabelludo se acumulen en él. Y en los peores casos se podría llegar a producir incluso la aparición de malassezia, el hongo causante de la caspa.
Aunque también tienes que tener cuidado de no lavarte con demasiada frecuencia el cabello, ya que este gesto también es perjudicial: eliminar los aceites naturales de una forma demasiado agresiva hará que tu cuero cabelludo se seque, irrite y descame.
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En teoría se tiende más a sufrir de cuero cabelludo seco en los meses de invierno, debido al frío y el aire seco, y de caspa en los meses de verano, cuando el sudor y el sebo en el cuero cabelludo aumentan por el calor. Sin embargo, ahora estamos pasando mucho más tiempo en casa, donde el ambiente es más cálido, está menos ventilado y, dependiendo de la zona en la que vivas, es más húmedo – la humedad y el calor favorecen el crecimiento de malassezia–; por lo que estas condiciones podrían agravar los problemas capilares.
Seguro que esta situación te tiene preocupada y el aumento de los niveles de estrés también puede desencadenar la aparición de caspa. Cuando el cortisol, la hormona del estrés, aumenta provoca tanto inflamación como producción de sebo, tanto en la piel de la cara y del cuerpo como en el cuero cabelludo.
Para aliviar tus problemas de caspa comienza usando un champú específico para eliminarla (el activo piritiona de zinc funciona bien) y acompáñalo de una loción que trate el problema a diario. Si buscas una fórmula más natural, el aceite de árbol de té, el hamamelis y el ácido salicílico son los ingredientes más adecuados para solventar el asunto.