belleza
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Los 40 marcan un antes y un después en nuestro organismo y entre todos los cambios que experimentamos, el pelo también sufre los signos de la edad. Por ello, si tú ya has entrado en esta década es importante que comiences a seguir rutinas que incluyan trucos y productos acorde con la edad. Ejemplo de ello es un buen corte de pelo como el long bob de Ana Milán, unas mechas que den luz como las de Sara Carbonero o un peinado como la trenza desenfadada de Eva González. Atenta a los consejos que dan los experto si tú también quieres presumir de pelazo como ellas.
Cortar el pelo es sinónimo de tenerlo sano y cuidado, pero además dependiendo del look que elijas conseguirás que resalte tus rasgos y además te reste años. "Un pelo joven es un pelo sano, así que es fundamental cortar si está estropeado y ya de paso hacernos un corte favorecedor que nos quite años, en vez de ponernos. Para las chicas de 40 recomiendo las melenas midi, los pixies y los flequillos porque rejuvenecen mucho, aunque es verdad que no le sientan bien a todo el mundo. Un éxito asegurado son los bobs, tan clásicos y a la vez con ese espíritu rompedor que rejuvenece. También hay que tomar nota de los cortes desestructurados que aligeran, dan frescura y naturalidad. Se trata de personalizar tu imagen y que refleje tu luz y tu energía", asegura M.ª José Llata de Peluquería Llata Carrera.
A aprtir de los 40 se recomienda aclarar el pelo ya que el color puede ser nuestro aliado para revitalizar nuestra imagen y transmitir juventud. "Los tonos más claros sin duda son los que más rejuvenecen, aportan luminosidad y eso es lo que hace que los asociemos con rostros más jóvenes. Eso no quiere decir que las morenas o castañas deban pasarse al rubio, simplemente que añadiendo pequeños matices o reflejos en tonos miel, dorados o cobrizos conseguiremos un aspecto más renovado. Además, con la llegada de los 40 acostumbran a aparecer las primeras canas, el verdadero signo del envejecimiento junto con las arrugas, hacerlas desaparecer siempre ayuda", explica Felicitas Ordás de Felicitas Hair.
Entrada en la década de los 40, el pelo presenta cambios en su estructura y tiende a volverse más fino, más seco y, por tanto, más débil. "A partir de los 40 nuestro organismo comienza a disminuir la producción de colágeno, la proteína que también está presente en la piel, y la responsable de la flexibilidad y la resistencia del pelo. Al ser más escasa, provoca que el pelo se afine, se reseque, se apague y que incluso cambie en algunos casos su estructura, tanto en el pelo fino como en el rizado. También el folículo piloso produce menos melanina y, por eso, aparecen las primeras canas. Por tanto, serán claves aquellos tratamientos que proporcionen vitalidad y luminosidad para contrarrestar los efectos de la falta de colágeno y melanina", afirma Raquel Saiz de Salón Blue
"Cuando vamos cumpliendo años el pelo se tiende a resecar y, por tanto, se vuelve más crespo. También se pierde densidad y es más frecuente la caída. Por este motivo, recomiendo los tratamientos revitalizantes que estimulan el crecimiento. Uno de los más potentes es a base de colágeno, el aporte extra de esta proteína presente en el pelo, le da resistencia, lo cohesiona, hidrata y vuelve más flexible. Esto se consigue haciéndola penetrar en el folículo capilar y la cutícula, para reforzar desde dentro. Según cuál sea el estado del pelo, lo recomendable sería realizarlo una vez al mes", aconseja Kílian Garrigós de SK Style Barcelona. "La enzimoterapia es otro de los tratamientos reparadores y reestructurantes que devuelven al pelo la vitalidad perdida. Al ser un proceso orgánico, sin formol ni otros derivados dañinos, cuida del cabello de forma natural, además de corregir el encrespamiento y alisar. El ácido tánico, presente en la piel de la uva, la corteza del roble y el castaño, penetran en el pelo con la acción del calor y las enzimas actúan desde dentro de la fibra, rellenándola y aportando más cuerpo y densidad. El resultado es una melena hidratada, revitalizada y bonita", nos sugiere Jose Garcia de Jose Garcia Peluqueros.
Pero de nada vale que sigas todos estos consejos si luego en tu rutina diaria desde casa no lo mantienes. "Antes de nada, es fundamental utilizar productos de calidad, mejor si incluyen principios naturales, para lavar y acondicionar. Después está el uso de mascarillas, sérums y aceites hidratantes que siempre proporcionan un cuidado intenso y duradero. Escogeremos estos productos atendiendo las características especificas de nuestro pelo, como la textura y el grosor. Y como consejo durante el lavado, para prolongar los efectos de los productos que hemos utilizado durante la ducha, mejor acabar con agua tibia o fría para cerrar la cutícula y activar la circulación sanguínea", matiza Manuel Mon de Manuel Mon Estilistas. "La clave a la hora de aplicarnos un producto no solo está en cómo lo hacemos, también en su formulación. Los principios activos de gran pureza y cuya estructura es parecida a la de nuestro pelo, son siempre los que aportan mayores beneficios, sobre todo a largo plazo. Recomiendo queratina hidrolizada para el pelo fino, babassu para crear volumen, jojoba para regenerar y aceite de oliva como potente antioxidante. Cuanto más puro y concentrado, mucho mejor. Y otro aspecto importante, el estrés, debemos tener bajo control a nuestro enemigo silencioso y reforzar la belleza natural de nuestro pelo con una alimentación saludable", recomienda Gonzalo Zarauza, peluquero y asesor de imagen.