Si hay un básico del cuidado del cabello es el champú. En el mercado puedes encontrar tal variedad que veces es difícil saber cuál elegir. Por eso solemos confiar en la experiencia de otras personas. Sin embargo, tal vez te resulte familiar esta situación: una amiga te hace una recomendación y a ti no te da buen resultado. No desesperes. Eso se debe a que no todas tenemos las mismas necesidades. Para no equivocarte, lo más importante es tener en cuenta qué tipo de cabello tienes. A partir de ahí, acertar será más fácil.

El pelo seco no produce suficiente grasa natural para mantener bien el cabello, por lo que es muy frágil y quebradizo. Por ello, lo mejor es optar por un champú que rehidrate tu melena, como el Champú Hidratante de Agua de Coco de OGX, disponible en Amazon por 4,76 €.

El caso del pelo graso es el contrario, la producción de grasa es superior a la deseada, por lo que es necesario lavarlo con más frecuencia. Si es tu caso, deberías elegir un champú que regule la glándula sebácea. Por ejemplo, el Champú Epigenético para Cabellos Grasos de Nuggela & Sulé, a la venta en El Corte Inglés por 20,15 €.

Al igual que ocurre con el pelo seco, el principal problema del pelo encrespado es la falta de hidratación. En el mercado hay numerosas fórmulas antiencrespamiento, como el Discipline Bain Fluidealiste de Kerastase, que puedes comprar en Primor por 15,87 €.

Hay casi tantos tipos de pelo como personas, pero con esta guía básica, ahora ya sabes cuál debe ser tu prioridad a la hora de elegir el champú. Seguro que tu cabello te lo agradecerá.