Existen tantísimas versiones del corte de pelo bob, que ya casi no recordamos cómo era el original. Nape bob, Sharp bob, Sliced bob, Fringed bob, Tucked bob, Flop... ¿Puede un sólo corte de pelo tener tantas acepciones dependiendo del largo, de las capas, de la geometría del corte... ¡Vamos a necesitar un glosario! Y si eran pocos, aquí va uno más: el Bob Cat, que es uno de los cortes de pelo más versátiles, ya que favorece a todo tipo de rostros y de cabellos, ya sean lisos, ondulados o rizados.
Tiene algunos puntos en común con el corte Wolf, pero quizá menos radical y algo más corto. Para conseguir este corte debes partir de un bob cuadrado, simétrico y compacto para, después, ir cortando capas y crear ese efecto desestructurado que le da a tu melena un aire desenfadado y rompedor. Al tratarse de una longitud más corta que el wolf con el que lo hemos comparado, es más fácil de peinar y mantener. Si quieres apostar por este corte de pelo, lo mejor es que vayas a tu peluquería habitual con una fotografía de Billie Eilish, máximo exponente del bob cat.
Si por algo se caracteriza el bob cat es por su volumen, gracias a las capas, y su frescura, típico de las melenas cortas. Es apto para todo tipo de cabellos, ya que en los lisos y ultralisos, rompe con la monotonía de las líneas rectas; en los ondulados, realza la frescura de las ondas; y en los rizados, consigue crear un nuevo contorno, fijando el rizo como consecuencia de las capas.
Para que quede ideal lo mejor es aplicar algún producto de peinado y secarlo con el secador con movimientos rápidos, para incrementar el volumen del degradado y que las diferentes capas cojan vuelo. Eso sí, si tienes el pelo rizado, será mejor que utilices el difusor para marcar más el rizo y fomentar su volumen. Un corte desenfadado, con un punto rockero, fresquito ahora que comienza el buen tiempo y fácil de peinar. ¿Qué más se puede pedir?