Si llevas toda la vida tiñiendo tu pelo, es probable que con el paso del tiempo se vuelva algo más seco. A partir de los 50 y, tras muchos años con tintes, lo más habitual es que el cabello tenga una apariencia más desgastada y deshidratada. Comienza a aparecer el encrepamiento y algunos productos ya no resultan tan eficaces como antes.
¿Pero qué hacer? El cabello teñido tiene sus ventajas. Tapa las canas, aporta coloración y permite hacer cambios de looks cuando queramos. Pero el verdadero inconveniente es lo desgastado que deja el pelo. Te enseñamos algunos trucos y productos que necesitas para darle ese chute de hidratación a la melena si tiene el pelo demasiado seco y desgastado.
Hidratar el cabello seco y teñido a los 50 años requiere un cuidado especial, ya que con la edad el pelo tiende a volverse más frágil y quebradizo debido a la disminución de la producción de aceites naturales. Lo importante es elegir una buena rutina hidratante para que el pelo se mantenga suave más tiempo.
El primer paso para recuperar la hidratación del cabello es elegir un champú libre de sulfatos y alcohol, ya que estos ingredientes pueden eliminar los aceites naturales del cuero cabelludo y agravar la sequedad. Existen fórmulas enriquecidas con aceite de argán, coco, manteca de karité o ácido hialurónico, ingredientes que ayudan a restaurar la humedad y fortalecer la fibra capilar.
Champú sin sulfatos 00.01 de Mid/Night (23 euros). /
También es importante reducir la frecuencia de lavado, ya que el agua y el champú pueden eliminar los aceites protectores del cuero cabelludo. Lavar el cabello entre dos y tres veces por semana es suficiente para mantenerlo limpio sin resecarlo. Cuando lo hagas, utiliza agua tibia en lugar de caliente, ya que el calor excesivo puede deshidratar aún más la melena.
El acondicionador es esencial en cada lavado para evitar que el cabello se enrede y se quiebre al peinarlo. Debe aplicarse de medios a puntas, dejando actuar unos minutos antes de enjuagar. Sin embargo, para una hidratación más profunda, es recomendable utilizar una mascarilla capilar nutritiva al menos una vez por semana.
Mascarilla capilar Honey Gloss de Gisou (42 euros). /
Las mascarillas con ingredientes como aloe vera, queratina, aceites naturales y proteínas ayudan a fortalecer el cabello y a devolverle su suavidad. Para potenciar su efecto, puedes envolver el cabello en una toalla caliente durante unos 15-20 minutos antes de enjuagar con agua fría, lo que ayudará a sellar la cutícula y retener la humedad.
Uno de los mejores tratamientos para hidratar el cabello seco y teñido es el uso de aceites naturales. Estos productos actúan como un escudo protector, evitando la evaporación de la humedad y aportando brillo.
Aceite capilar Elixir Ultime de Kérastase. /
El aceite de argán es ideal para reparar puntas abiertas y darle suavidad al cabello, mientras que el aceite de coco es excelente para hidratar en profundidad. Otras opciones incluyen el aceite de jojoba, que regula el sebo sin engrasar, y el aceite de ricino, conocido por fortalecer el cabello y prevenir su caída.