Clásico y recto, mini al estilo francés, con largo hasta los hombros, asimétrico, con capas, rizado... ¡o con flequillo! De todas las facetas del bob, el fringed bob ha vuelto con fuerza esta temporada y nosotras apostamos a que se va a convertir en el corte de pelo tendencia del 2022 porque es uno de los cortes que más eligen las celebrities y sus peluqueros de confianza, porque sienta de maravilla y porque es la versión más relajada, cómoda y despeinada del perfectísimo italian bob. Lo lleva Vicky Luengo en rubio platino y se lo hemos visto a famosísimas como Billie Eilish o Miley Cyrus en la alfombra roja.
¿Por qué nos quedamos con el fringed bob? Simplemente por su versatilidad. Según Luke Hersheson, estilista de famosas, se trata de un corte de pelo que realmente se puede adaptar a todas los tipos de melena y rostros gracias al juego del flequillo largo.
Si la textura es ondulada se puede dejar secar al aire para aprovechar ese movimiento natural. También se puede llevar completamente liso o totalmente rizado, y en diferentes posiciones: ligeramente abierto, con las puntas hacia fuera o hacia dentro. Otro peinado al que no hemos podido resistirnos es el del acabado wet que llevó Sienna Miller en la LACMA Art+Film Gala en Los Ángeles y que es perfecto para conseguir un estilo ochentero irresistible.
El estilista Adir Abergel ha sido el encargado de retocar el bob de Sienna y de peinarlo con este efecto mojado que intensifica el color y el brillo del cabello, así como desvelar una textura despeinada a la par que elegante. El truco no solo está en el corte de pelo. También en el producto utilizado, la crema de peinado Un-frizz de Virtue que ha aplicado de medios a puntas para controlar el encrespamiento y aportar un brillo perfecto. Como acabado, Adir aplicó un aceite capilar y un poco de cera para terminar el look wet.
Los otros beneficios no se quedan atrás. Es ideal para el cabello fino y con poca cantidad. Equilibra las facciones. No requiere mucho tiempo de peinado y tiene el largo perfecto para recogerlo. ¡Larga vida al fringed bob!