Si estás pensando en un cambio de look prueba con el flequillo francés, el corte más sofisticado y rejuvenecedor de la primavera

Cuando pensamos en cambiar nuestro look, somos muchas las que apostamos por cambiar el color de nuestro pelo , darle un nuevo aire con un corte o, quizá, apostar por el flequillo. Esta última opción es la más demandada por las menos atrevidas, ya que apuntarte a la moda del flequillo no significa hacer algo radical, sino que también puedes adaptar tu corte para que sea de fácil mantenimiento y puedas disimularlo por si no quedas del todo contenta. Hasta ahora, el flequillo cortina era lo que siempre pedíamos en la peluquería, pero si quieres todos sus beneficios y, además, conseguir un look sofisticado y chic, apuesta por el flequillo francés.

Muy abierto, con la raya al medio y de estética relajada, el flequillo francés es perfecto para las que tienen miedo a atreverse con algo más drástico y para las que quieren una opción fácil de peinar. Al tratarse de un flequillo largo y despuntado, es muy sencillo fundirlo con el resto de la melena y por la misma razón también supone un corte ideal para dejarlo crecer sin necesidad de retocarlo en la peluquería cada pocas semanas.

La clave de este flequillo es dejarlo ligeramente desfilado y abierto para que sea tan versátil que puedas adaptarlo a cualquier tipo de cabello ya lo tengas fino, grueso, liso o rizado. Además, si quieres combinarlo con un recogido, este flequillo quedará ideal, como si fueras Brigitte Bardot o Pamela Anderson con su mítico moño colmena. Para peinarlo sólo tienes que darle forma con un cepillo redondo y un secador, sin olvidarte de utilizar un sérum o un protector térmico, para que las puntas de tu flequillo no acaben quemadas y, por consiguiente, cada una por un lado.

Se trata de un flequillo que sienta bien a todo tipo de cabello y forma del rostro, pero hay algunos a los que les favorece especialmente, como los rostros alargados, los cabellos ondulados y las melenas por encima del hombro. El flequillo francés enmarca el rostro y transforma un corte soso y sin gracia, en un look sofisticado y chic. Directamente salido de las calles parisinas.