¿Tienes una boda a la vista? Entonces seguro que ya has elegido con cuidado el vestido, los zapatos y hasta los complementos. Pero no debes olvidar que el peinado también es importante. De hecho, puede convertirse en la clave para que tu look de invitada sea espectacular o, por el contrario, quede totalmente deslucido. Así que procura escoger el adecuado.

Si tienes el pelo largo, las posibilidades se multiplican. Puedes llevarlo suelto, con unas ondas bien marcadas. En el extremo contrario, tienes la opción de recogerlo en un moño. Pero, como se suele decir, en el término medio está la virtud. Por eso, te recomendamos que apuestes por un semirecogido, sobre todo si ya has cumplido los cuarenta.

Es la elección perfecta para cualquier evento. Con él, conseguirás un aspecto sofisticado y, al mismo tiempo, te quitarás varios años de encima. Además, realizarlo es tan sencillo que puedes hacerlo tú misma en cuestión de segundos. Solo hay que recoger la parte superior del pelo y sujetarlo con una goma.

Nuestra recomendación es optar por un acabado pulido. Esto tensa el cuero cabelludo y estiliza el rostro, creando un efecto lifting que lo hace aún más rejuvenecedor. Otra posibilidad es dejar unos mechones sueltos en la parte delantera, al más puro estilo años noventa. De esta forma, darás un toque desenfadado a tu look.

También puedes elegir entre llevar el resto de la melena sobre los hombros o totalmente hacia atrás. Nosotras te recomendamos la segunda opción, ya que realza las facciones. Verás que queda genial tanto con el pelo liso como si lo tienes ondulado. Para terminar, utiliza un spray texturizador que aporte volumen al cabello. Y, si quieres darle más protagonismo a tu peinado, lo mejor es añadir un accesorio que combine con el resto del conjunto. Puede ser desde un pequeño broche hasta unas flores.