Al contrario que el hazelnut, el color para morenas y castañas que no quieren aclarar demasiado su cabello, el pelo rubio necesita de una especial atención que se incrementa en los meses de verano. Los rubios son los grandes protagonistas de la temporada estival (incluso hemos aprendido a aclararlo de forma natural sin tintes ni mechas que lo dañen) pero su alto mantenimiento puede jugar malas pasadas a ambos tipos si no recibe los cuidados adecuados. Así, si te acabas de estrenar como rubia o si simplemente necesitas recordar los buenos hábitos, esto es lo que sí y lo que no debes hacer para que no se estropee por completo el color o lo que es peor, que salgan reflejos amarillos indeseados o se vuelva verdoso.
Combatir el óxido de un rubio empieza en el lavado con champús específicos que contengan pigmentos como el morado, que son primordiales a la hora de mantener la intensidad del color y para neutralizar los tonos a los que un cabello rubio puede virar. Pero eso no es todo. En verano, la sal, el sol o el cloro se convierten en los peores enemigos de este color tan tendencia que sin las medidas adecuadas, da igual que utilices el mejor champú morado del mercado.
«Este trío actúa como una bomba de deshidratación. El cloro y la sal se adhieren al cabello que, mojado, está indefenso frente a los efectos del sol. El resultado es una fibra seca y abierta proclive a empeorar con cada sesión solar«, explica Verónica Castro, directora del salón barcelonés experto en coloración Vanitas Espai. En los teñidos el efecto es aún mucho peor. »El cabello tratado se reseca mucho más por definición por el proceso químico al que ha sido sometido, que lo vuelve más poroso y, por tanto, más permeable a los daños externos«.
En este caso, lo que no se debe hacer es exponer el cabello a la sequedad que provoca el sol sin ningún tipo de protector capilar . «Cuanto más deshidratado, más poroso y mayor riesgo de pérdida de color», explica la experta. Un filtro solar para el pelo actuará de la misma forma que cualquier fotoprotector en la piel. Llévalo siempre en la bolsa de playa o piscina y reaplícalo después de cada baño. No sin antes cumplir con un paso fundamental: aclarar el cabello SIEMPRE con agua dulce. «Aclarar el cabello con agua dulce tras cada baño para evitar que el cabello se seque con la sal o el cloro incorporados».
Un gesto especialmente importante con estos últimos químicos de las piscinas que si son absorbidos por un rubio claro, aparecerán pigmentos verdosos. «Es una cuestión de química, cuanto más claro es el rubio, más probabilidades hay de que acabe cambiando de color», explica Castro.
Combina estos cuidados con la aplicación de una mascarilla para rubios de dos a tres veces, dependiendo del nivel de sequedad de la fibra capilar, y evita a toda costa abusar de sprays a base de sal apra texturizar el cabello y crear ondas veraniegas, así como otro productos a base de alcoholes secantes. ¿Lista para llegar a septiembre con la mejor versión de tu rubio?
20 de enero-18 de febrero
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