Todos vamos a la peluquería. Muchas mujeres lo hacen cada semana, para lavar y peinar; otras, una vez al mes para retocarse el color. Y el resto, al menos una vez al año como mínimo, para cortar o bien para cambiar de look. Pero es que, además, España es uno de los países del mundo con más peluquerías: hay una por cada 900 habitantes.
Por eso es uno de los sectores que más dinero y empleo genera en nuestro país, se calcula que unos 4.500 millones de euros anuales. Por otro lado, la asociación profesional del sector, STANPA, calcula que hay más de 50.000 salones repartidos en todo el país que generan 120.000 empleos.
El problema es que la mayoría de estas peluquerías y salones de belleza, exactamente 53 de cada 100, se ha quedado atrás en lo que a tecnología se refiere y están aún sin digitalizar. Es cierto que este tipo de establecimeintos ofrece un servicio 100% analógico y que parte de su éxito (en la pandemia nos costaba mucho vivir sin ellas) reside en su atención personalizada y directa.
Pero también lo es que necesitan herramientas tecnológicas para hacer frente a las exigencias actuales, como unas buenas redes sociales, agendas digitales más efectivas, poder posicionarse en buscadores, acceso a formación profesional online, gestión del negocio con plataformas de ayuda contable, etc.
Óscar Mateos, portavoz de esta asociación, radiografía como son los salones de peluquería en España: «Cuatro de cada diez peluquerías cuenta con solo uno o dos empleados, y el 24% tres o más. Este pequeño tamaño, y pocos profesionales para hacer todo, hace que a la digitalización del sector le quede aún mucho camino por recorrer».
Por suerte, la Unión Europea ha convocado ayudas por 3.000 millones de euros para la digitalización de las pymes que, según el número de empleados y el grado de digitalización actual del negocio, oscilan entre los 2.000 y los 12.000 euros. Unas ayudas que, en muchas ocasiones no llegan, entre otras cosas porque para negocios tan pequeños y con tan pocos empleados es difícil acceder a la información sobre estas ayudas, además de casi imposible cumplimentar los requisitos para solicitarlas.
Por eso ahora más que nunca tiene sentido la campaña de comunicación que lleva a cabo L'Oréal Productos Profesionales para ayudar a estos salones a conocer, acceder y conseguir estas prestaciones económicas. Una división que está en contacto permanente con estos profesionales no solo para prestarles servicio en cuanto a producto o formación, también para apoyar y revalorizar el negocio.
Ainhoa Aramburu, directora general de L'Oréal Productos Profesionales, razona el porqué de esta campaña: «Desde hace más de un siglo nuestra existencia está íntimamente relacionada a los salones de peluquería y queremos contribuir al futuro de la industria y a su modernización hacia lo digital acompañándolos en el camino de la solicitud de las ayudas y también impulsando su formación en el entorno digital».
Una campaña que ya está en marcha para ayudar a cualquier peluquería de España, sea o no cliente de L'Oréal, para que puedan acceder a estas ayudas y lograr así la ansiada digitalización que les hará el día a día más fácil y el negocio mucho más rentable.