El poder de la vainilla

La vainilla, protagonista. La conoces bien porque pone en funcionamiento dos de tus sentidos: el olfato y el gusto. Pero esta planta de la familia de las orquídeas tiene mucho más que ofrecer y son los laboratorios de Chanel quienes lo han descubierto. En concreto, la vainilla Planifolia es, de entre las 117 especies que existen en el planeta, la única con propiedades regenerantes y antiedad.

Un santuario en Madagascar. Para preservar todas sus propiedades, Chanel creó para ella una plantación propia en su lugar de origen, Madagascar, en el año 2001. Allí se polinizan las plantas a mano y se recogen en unas condiciones que permiten conseguir, además de la esencia de frutos y flores, unas moléculas llamadas Éphémères, que solo aparecen durante el periodo óptimo de crecimiento del fruto.

El proceso. Primero fue la quintaesencia de los frutos, la Planifola FPA, la que se incorporó a la fórmula de la línea Sublimage en 2006. En 2011 se sumaron las flores, que enriquecieron el resultado con su poder antioxidante. En 2016 se unen las partículas Éphémères. Su técnica única de extracción permite sacarlas justo en el momento oportuno y mantener su esencia sin degradar su altísimo poder regenerador.

La enzima milagrosa. Se llama HS6ST2, está presente en la piel, y mejora la longevidad y todos los factores de vida. O lo que es lo mismo, alarga su juventud. Su actividad se frena con la edad, el estrés y las agresiones externas, pero los Éphémères de Planifolia son capaces de aumentar hasta en un 70% su síntesis biológica.

Tres texturas, una misión. En 2016, a la línea de Sublimage, que ya cuenta con ocho productos, se une un trío de ases, o lo que es lo mismo, La Crème reformulada en tres versiones: una textura fina, otra untuosa y una tercera suprema.