belleza
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Aunque te suene más a cóctel de moda que a técnica beauty, este sistema para aplicarte tus cosméticos te permite conseguir acabados perfectos pero, sobre todo, ahorrar mucho tiempo. Te damos las claves para ponerlo en práctica.
Básicamente, consiste en combinar dos productos para que sumen sus beneficios y potencialidades. Pero lo curioso es cómo se hace: hay que trabajar la mezcla. De hecho, el término procede del lenguaje de la repostería y se refiere a la acción de batir ingredientes con las varillas para que la amalgama resulte esponjosa.
Así que no vale con juntar dos productos, tienes que emulsionarlos bien antes de la aplicación. ¿Cómo? Hazlo en un bol pequeño o en una taza con una brocha mediana de maquillaje girando siempre en la misma dirección.
Son los aliados perfectos cuando te levantas por la mañana con la tez apagada y no tienes tiempo para hacer una exfoliación en condiciones. Elige una limpiadora en crema y añádele tres gotas de exfoliante. Aplica con un masaje con los dedos y aclara con agua templada. ¡Incluso lo puedes hacer en la ducha! Obtendrás un peeling suave, evitarás irritaciones y la piel lucirá radiante.
Si hay una firma que se adelanta a tus necesidades esa es Clarins, que ya lleva unos años incluyendo un protocolo de gotas que se añaden al tratamiento habitual para conseguir distintos efectos. Así funciona su famoso sistema de autobronceado. Ahora, acaba de sacar tres boosters que permiten amplificar los efectos de las cremas con resultados específicos: detox, repair y energy. Te proponemos que añadas tres gotas de este último a tu hidratante para acabar con la cara de cansada.
Es la mistura perfecta para las que no tienen muy claro cómo se aplica el corrector: te lo das como la crema de contorno de toda la vida y consigues matizar ojeras e hidratar la zona en un solo gesto. Y sin miedo a cometer errores.