belleza
belleza
Por culpa de tu mirada, todo el mundo puede calcular la edad que tienes. Con solo contar arruga arriba, arruga abajo del contorno de tus ojos, te pueden echar incluso más años de los que te han caído en tu último cumpleaños. Le hemos pedido a la dra. Frauke Neuser, directora de Comunicación Científica de P&G y una de las mayores expertas mundiales en envejecimiento, que nos cuente qué pasa con nuestros ojos y qué tenemos que hacer para evitar que delanten más edad, incluso, que la que tenemos. Una pista: lo primero, empieza por utilizar las cremas adecuadas.
La química alemana Frauke Neuser es especialista en biotecnología y responsable de los estudios sobre piel que se llevan a cabo en P&G, el grupo al que pertenece la firma Olay. Toda su sabiduría sobre los ojos se resume en estos tres puntos:
La hidratación es la clave. "Realizamos un estudio con 122 mujeres de diferentes edades durante ocho años y en él se demostró la relación directa entre arrugas y sequedad. Las mujeres con el contorno de ojos más deshidratado tenían más arrugas y aparecían mucho antes", explica.
Empieza a cuidarte cuanto antes. "También hemos hecho un estudio del mapa facial y hemos descubierto que el contorno de los ojos envejece más rápido y más pronto que el resto de la cara. Es un declive celular y molecular que se produce antes incluso de que aparezcan las arrugas", apunta.
Acierta con las cremas. Analiza tus procupaciones para elegir la que necesita tu mirada. En la nueva colección Olay Eyes sus tres propuestas tienen soluciones contra arrugas, bolsas y ojeras. Además, cada una pone el énfasis en un problema concreto: Ultimate en las arrugas, el Sérum en la firmeza, y la Crema Iluminadora, en la hiperpigmentación.
Si tienes tendencia a padecerlas, sabes que empeoran con el tiempo. Pero tu estilo de vida también cuenta: la falta de sueño y la exposición solar no ayudan nada.
Los culpables: las azules tienen que ver con la mala circulación. La piel es tan fina que deja entrever los atascos vasculares. Y en esta zona la sangre es rica en hemoglobina desoxigenada, que le da ese tono violáceo. Las marrones tienen que ver con una tendencia a la hiperpigmentación de la que puedes culpar al sol, al paso de los años e, incluso, a tus ancestros (muchas veces es hereditaria).
Las soluciones. "Para las azules, hay que engrosar la capa superficial de la piel con retinol, pantenol y niacinamida, que estimula la producción de ceramidas y ácidos grasos, y refuerza la barrera de protección de la piel", explica Frauke Neuser.
Las hay de dos tipos. Las permanentes son genéticas y se deben a parches de grasa que se crean bajo la zona de las ojeras. Las temporales son una inflamación del área periocular que tiene que ver con la mala circulación linfática.
Los culpables. Las primeras vienen escritas en tu ADN y combatirlas es una batalla perdida. Las segundas se pueden atribuir a una acumulación de líquido. "La propia estructura del tejido en la zona necesita un alto suministro de sangre y micronutrientes. Esta demanda hace que su circulación sanguínea y linfática se sature cuando la piel se ve atacada por los radicales libres y acabe filtrando líquido que se acumula", explica la experta.
Las soluciones. La especialista recomienda una combinación de masajes fríos, para reducir la inflamación, e ingredientes como la cafeína, la vitamina K o el pantenol para calmar y prevenir la hinchazón.
El contorno de tus ojos es un mundo aparte. Y funciona con sus propias reglas, que poco o nada tienen que ver con la piel de otras zonas del rostro. Para empezar, aquí es hasta tres veces más fina. Además, tiende a la deshidratación y produce muchos menos lípidos. "No sabemos por qué sucede, pero sí que son las razones que lo hacen extra delicado: como le faltan hidratación y grasa, es mucho más vulnerable a líneas y arrugas", apunta Neuser.
Los culpables. Tu sonrisa es la principal sospechosa. Todos los músculos que pones en funcionamiento cuando te ríes crean un trazado de líneas alrededor de tus ojos que se repite cada vez. Su vulnerabilidad hace que estos gestos se conviertan en líneas de expresión. Y en unos años todas se habrán transformado en arrugas.
Las soluciones. No dejes de sonreír, pero ponte seria con los cuidados. Aplica mañana y noche cremas antiedad con péptidos y retinol, para aumentar la producción de colágeno y elastina, y con antioxidantes, para protegerte esta zona de los radicales libres.