Contaminación, el enemigo silencioso

Ozono troposférico, dióxido sulfúrico, óxido de azufre y monóxido de carbono son algunos de los contaminantes que flotan en el aire que respiras cada día si vives en una ciudad. Y, además de ser mala para tu salud y para el medio ambiente, la polución hace estragos en tu piel. Un nuevo estudio publicado en Journal of Investigative Dermatology ha demostrado que la contaminación es culpable directa de la aparición de hasta un 25% más de manchas y arrugas, de la sensibilización de pieles que antes no sufrían irritaciones y de una inflamación crónica de la dermis. Pero ahora puedes ponerle freno.

Al pasar el algodón por tu rostro sale negro como un agujero cósmico. Es porque tu piel, por sus lípidos naturales, funciona como un imán para las partículas contaminantes. Deshazte de ellas con desmaquillantes específicos con efecto peeling y añade a tu rutina un cepillo sónico.

Juntos amplifican los daños que causa cada uno en la piel: los rayos UV multiplican los efectos oxidantes de los radicales libres y estos actúan como una lupa de aumento para el sol. Los nuevos fotoprotectores urbanos te protegen de los dos problemas.

Son el adversario natural de los radicales libres y de la oxidación celular que estos producen en la piel. Pero además, es la forma biológica de contrarrestar la acción dañina de los elementos contaminantes.