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Lucir un vientre plano y firme es el sueño de muchas mujeres (también de los hombres), y es que por mucho ejercicio que hagas, aunque lo combines con una alimentación equilibrada y sana, la genética, el paso de los años, el estrés, la retención de líquidos… son factores que propician la acumulación de grasa en el abdomen.
Según los entrenadores del Fitness Center del hotel Barceló Hamilton Menorca las claves para mantener un vientre plano pasan por llevar una vida activa caminando, o practicando running o ciclismo, al menos durante 30 minutos al día.
Además citan otras buenas prácticas como evitar las bebidas carbonatadas, masticar menos chicle (el cuerpo ingiere aire, lo que causa hinchazón del estómago), no usar pajitas, ni edulcorantes, tomar más fruta y menos batidos, beber mucha agua, comer más lento, incluir la fibra en la dieta y tener cuidado con algunos alimentos que producen gases y, por lo tanto, hinchan el vientre.
Lucir un vientre plano requiere trabajo y esfuerzo, no te vamos a engañar. Y además de la dieta y el ejercicio habitual, tendrás que incorporar a tu rutina de belleza cremas específicas: reductoras y reafirmantes. Las cremas por sí solas no harán nada, pero si las combinas con una buena dieta y la práctica regular de ejercicio, te ayudarán a reducir algunos centímetros y a reafirmar la zona del vientre.
Aquí tienes una selección de tratamientos específicos para la tripa. Es importante que seas constante en su aplicación. De nada sirve si te los das un día sí y un día no.
Lee las instrucciones y aplícalos una o dos veces al día, aprovechando para darte un masaje de al menos 30 segundos. En general todos estos productos deben ser aplicados en el vientre con un masaje circular siguiendo el sentido de las agujas del reloj.
Cuando nada de lo anterior funciona y si te preocupa la hinchazón de tu vientre, o la flacidez, algo habitual si has sido madre, puedes acudir a una clínica o centro de belleza para someterte a tratamientos específicos para esta zona.
Masajes drenantes, carboxiterapia, ultrasonidos, vacumterapia, radiofrecuencia… Hay una amplia variedad de tratamientos no invasivos, aunque siempre puedes recurrir a una liposucción abdominal si no te dan miedo los quirófanos.
En la Clínica Kirenia apuestan por la hidrolipoclasia o liposucción sin cirugía. Consiste en romper la célula grasa (el adipocito) de forma que se libera la grasa que contiene en su interior. La sesión suele durar 60 minutos en los que se reduce 1-2 centímetros de grasa. Debe acompañarse de una dieta baja en grasas y alcoholes. El precio de la sesión es 45€.
En Carmen Navarro para un vientre plano y firme proponen una combinación de tecnologías: T-Shape, una plataforma multifuncional que fusiona radiofrecuencia bipolar que reafirma el tejido; vacumterapia, masaje subdérmico que activa la circulación y el drenaje de toxinas, que moviliza las grasas y activa el metalismo basal; y láser frío de diodos Led, capaces de relajar los músculos, acelerar la lipólisis, combatir la celulitis y reducir centímetros. El precio por sesión son 100€. Y se necesitan mínimo 10 sesiones.
En el Instituto Médico Láser la novedad este año es Mesofat, un coctel de principios activos formulado para combatir la grasa localizada en el vientre. Infiltrado en la hipodermis y combinado con la última tecnología, consigue reducir, reafirmar y drenar. El precio de la sesión de Mesofat es de 65€ (615€, 10 sesiones). La tecnología de apoyo es carboxiterapia volumétrica que introduce anhídrido carbónico en la dermis mediante microinyecciones para reafirmar y se compagina con Body By Thermage, radiofrecuencia médica en tres dimensiones, que estimula el colágeno por calentamiento progresivo, y cuesta 1.495€, una única sesión.
Todas las mujeres desarrollan durante el embarazado diástasis abdominal. Y los hombres también pueden sufrir esta lesión que se traduce en un aumento considerable del vientre. Según nos explicó Rafael Vicetto, fisioterapeuta y creador del tratamiento StopDiastasis, se trata de "la separación de los músculos rectos abdominales con rotura de la línea alba, provocando un desplazamiento de los órganos internos". Esto provoca un abultamiento del abdomen que no se reduce ni con dieta, ni con ejercicio. ¡Ojo, l os abdominales clásicos están contraindicados para este problema! Deberás consultar a un profesional de la fisioterapia para que te aconseje una serie de ejercicios y hábitos que te ayuden a corregirla.
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