Cuatro atajos hacia una piel radiante

Tu piel ha hecho frente a un invierno cambiante y desapacible. Ha soportado estoicamente tus madrugones y tu falta de sueño, tus jornadas de trabajo frenéticas y tu alimentación a salto de mata. Ha aguantado las alertas por contaminación. Pero cuando te miras al espejo, lo que te encuentras es un rostro apagado, sin brillo y con un halo grisáceo. Te proponemos cuatro formas de solucionarlo en tiempo record.

¿La clave de una piel luminosa? Que su superficie esté completamente lisa para que refleje la luz y devuelva al mundo un rostro resplandeciente. Remédialo con un peeling nocturno como el de Idéalia de Vichy (con ácido glicólico, polifenolas de uva y té kombucha) o con uno líquido y suave, como Drops of Youth de The Body Shop, que activan la renovación de la piel sin dañarla.

La vitamina C es capaz de revivir hasta la piel más extenuada. Con su poder antioxidante, se encarga de redoblar la protección, limitar el daño del estrés oxidativo que producen los rayos UVA y los radicales libres y de estimular la síntesis de colágeno. Cómo te la apliques depende de tus preferencias. Puedes hacerlo una vez a la semana con mascarilla, como la Detox Luminosidad de Bio- Beauté, o puedes pulverizarla cuando la necesites, con la Bruma Hydracid de SVR, con una concentración de vitamina C optimizada del 20%.

Es todo lo que necesitas para devolverle el brillo natural a tu piel. Puedes masajearlas directamente sobre el rostro con movimientos circulares para multiplicar su efecto (así estimulas la musculatura; la circulación linfática, que detoxifica la piel; y la función celular) o puedes añadirlas a tu crema hidratante o a tu base de maquillaje.

Nada recupera la lozanía del rostro con más rapidez que un toque de blush. Lo malo es que tarda exactamente lo mismo en desvanecerse. Para alargar su vida tienes que trabajarlo en dos capas y dos texturas. La primera, en versión tinte o gel, se aplica justo después del tratamiento y antes de empezar con el maquillaje, porque los pigmentos se adhieren mejor a la piel que a la base. Maquíllate como siempre y aplica el segundo colorete, en polvo o crema, por encima. El efecto durará toda la mañana.