belleza
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Aunque la sensación de eterno verano nos ha acompañado hasta ahora, tenemos el otoño encima. Los cambios de temperatura y la falta de luz requieren una readaptación de tu rutina de belleza. Esto es todo lo que necesitas para empezar la nueva temporada.
Para hacerlo bien, redobla tus esfuerzos: tienes que deshacerte de la suciedad con un bálsamo o un aceite, que no sean agresivos con la piel, pero sí capaces de disolver hasta las fórmulas de máscaras de pestañas waterproof y los labiales mate más persistentes. Después, repasa con una loción limpiadora con efecto peeling que te permita activar la renovación celular y librarte de las imperfecciones y las marcas de granitos, como la reequilibrante de Bio Beauté by Nuxe.
La piel responde al cortisol, la hormona responsable de reaccionar ante el estrés, desequilibrando sus niveles de grasa: a veces despierta un acné dormido, otras reacciona con rojeces y hasta puede que acabes con la piel deshidratada. Necesitas un concentrado para reforzar las defensas de la piel cada mañana (Biotherm); una mascarilla nocturna (Chanel) y una cura intensiva de fin de semana (NIA).
Ahora que el triunvirato formado por el sérum, la crema y el contorno de ojos son parte de tu vida cotidiana, toca añadir algo más. Haz caso a la asiáticas, que de pieles perfectas saben mucho, y a partir de ahora incluye en tu rutina una esencia. Son conentrados de activos en versión semilíquida y se aplican con las manos: echa unas gotas, frota y aplica sobre el rostro, presionando hacia dentro para que el producto penetre. ¿Qué consigues con este nuevo paso? Acondicionar la piel y activar su capacidad de multiplicar los efectos de lo que te apliques después. Notarás la diferencia y te harás adicta.
La temperatura ya ha empezado a bajar y esos cambios en los termómetros tienen una correlación cutánea inmediata: el paso del calor de tu hogar al frío matutino de la calle hace que tu piel pierda más agua. Séllala en su interior con un aceite que, además de nutrirla, se encarga de reforzar la barrera cutánea para que el agua se quede en el interior.
Estás cansada, y es lo que peor lleva tu piel: la falta de sueño provocada por madrugones, niños que se despiertan por la noche, preocupaciones y esa sensación de ir siempre corriendo. Tus jornadas duran 18 horas, y, cuando te levantas por la mañana, lo ves en el espejo: tu piel está apagada y tiene una especie de velo grisáceo. Necesitas un antioxidante que te devuelva la luminosidad y que recargue las células de oxígeno. La vitamina C es lo que estás buscando. Ya sea combinada con ácido hialurónico o con coenzcima Q10 para regenerarlo todo porla noche, como propone Nivea.
Lo notas sobre todo en esta época: la ducha se llena de pelos y el cepillo arrastra muchos más de lo que te gustaría. Y aunque sea una caída estacional, no deja de sobrecogerte ver cómo tu melena reduce su espesura en cuestión de semanas. Empieza ya a reforzarla por todas la vías. Desde el exterior, con activos anticaída que han demostrado su eficacia. Y por dentro, con comprimidos cargados de aminoácidos y vitaminas, como los de Oenobiol.
*Artículo originalmente publicado en el número 966 de Mujerhoy.