Antiedad: el gran combate

No te preocupa lo mismo a los 28 años que a los 44. Mientras a los 28 te preguntas si tu carrera profesional despegará algún día, a los 44 lo tienes todo bajo control, aunque, probablemente, con muchas más responsabilidades de las que deberías estar manejando a la vez. Si a los 32 estás organizando tu boda, puede que a los 47 estés pensando en divorciarte y empezar de nuevo.

Las posibilidades son infinitas, pero está claro que no eres la misma persona en las diferentes etapas de tu vida. Ni te comportas igual ni tienes los mismos problemas e inquietudes. A tu piel le ocurre exactamente igual a medida que se hace mayor: lo que le sirve a los 20 no le hace ningún favor a los 50. Porque cada momento tiene unas necesidades, hemos hecho un plan con todo lo que tienes que tener en cuenta para mantener a raya el paso del tiempo en tu rostro.