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Así era la nadadora olímpica sudafriana en 2006, cuando se enamoró de Alberto de Mónaco.
En 2008 la futura princesa de Mónaco ya se había operado la nariz y la barbilla y se había sometido a un aumento de pecho.
En esta imagen de perfil se aprecia más el cambio estético de Charlene, tanto en la nariz como en la mandíbula.
Además de las operaciones estéticas, a Charlene tampoco le dan miedo los cambios de looks y los peinado arriesgados como éste con tupé.
En 2010 la princesa de Mónaco ya había pasado por el quirófano, pero seguía conservando un rostro natural.
Charlene Wittstock contraía matrimonio con el príncipe Alberto de Mónaco el 2 de julio de 2011 y así lucía en ese momento. Además de algunos retoques estéticos, la princesa también lucía fundas en los dientes.
Dos años después de contraer matrimonio, y uno antes de dar a luz a los mellizos, Charlene seguía conservando un rostro natural.
En 2015, meses después de convertirse en madre, Charlene arriesgó con un corte de pelo pixie que le daba una imagen bastante masculina.
La princesa de la mirada triste volvía a sorprender con un corte de pelo pixie.
Entre esta imagen y la siguiente hay bastante diferencia, sobre todo en la expresión del rostro de charlene. Posiblemente por culpa del bótox.
Charlene sorprendió con un rostro nuevo en la gala de entrega celebrada en Los Ángeles. Hacía tiempo que no se la veía en los medios. El mayor cambio se advierte en los labios, más definidos y gruesos. Además la frente está completamente lisa y el óvalo facial perfectamente definido. La expresión de la cara es bastante diferente, debido seguramente a un tratamiento con bótox.