belleza
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Fue uno de los 'selfies' más controvertidos de Kim Kardashian, además de todos en los que se ha desnudado. Ver su cara llena de sangre con motivo de un tratamiento de belleza, suscitó cientos de comentarios sobre hasta dónde puede llegar una famosa para retener su belleza o cuánto dolor puede aguantar una para estar bella. Para presumir hay que sufrir, pero... ¿tanto?
Ahora, la estrella de los 'realities' de 37 años ha reconocido que el trago no mereció la pena. Fue en 2013, durante un viaje a Miami, cuando Kim y su amigo Jonathan Cheeban decidieron hacerse un tratamiento que usa una técnica con microagujas para revitalizar la piel. El proceso es en sí mismo doloroso, pero porque Kardashian estaba en aquel momento embarazada de North, el dolor fue aún mayor.
“Como estaba embarazada, no podía usar ningún tipo de crema anestésica o calmante durante el procedimiento, pero tampoco echarme atrás porque ya estaba previsto que entraría en el programa y todo el equipo estaba allí. Sinceramente: creo que es lo más doloroso que he hecho en mi vida. Yo no volvería a repetirlo jamás, aunque sé que tiene muchos beneficios. De hecho, Kourtney es muy fan de esta técnica y conozco a otras personas que también recurren a ella”.