Raíces vegetales: estas son sus propiedades en la cosmética

En su interior acumulan los nutrientes necesarios para que plantas, árboles, hierbas y flores conviertan el mundo en un lugar mejor. Por eso no es extraño que, en su composición, las moléculas activas estén más concentradas que en las hojas o las flores. Tampoco es raro que la cosmética se haya fijado en estos condensadores naturales de energía para extraer de ellos los activos con los que mejorar todas sus fórmulas. Definitivamente, las raíces están de moda.

Esta planta herbácea original de la India contiene en sus rizomas una de las mayores concentraciones de antioxidantes de la naturaleza. Y es el origen de la turmerona, una molécula única, capaz de hacer que las células cutáneas recuperen la comunicación entre ellas. Gracias a ella, se optimizan las cinco funciones de la piel para preservar su juventud: regeneración, oxigenación, nutrición, hidratación y protección . Por eso Clarins la ha añadido a la fórmula de la octava generación de su Doble Serum, un clásico antiedad. Kiehl's, por su parte, confía en ella por su potencial iluminador.

Uno de los grandes ingredientes multifunción en cosmética: igual sirve para rellenar que para drenar, para hidratar que para activar la circulación, para tonificar la piel que para iluminarla. Incluso es capaz de calmarla en su versión en aceite, una maceración oleosa de sus rizomas perfecta para recuperar hasta la piel más irritada. Por eso, se ha convertido en imprescindible en fórmulas de rostro, pero también en reafirmantes de cuerpo.

Además de ser uno de los vehículos de la hidratación de la piel (consigue que los demás activos lleguen a las capas más profundas), el ginseng tiene propiedades reafirmantes, purificadoras y revitalizantes. Por eso es el eje en la nueva línea Roots de The Body Shop (que también incluye raíz de jengibre y de ruscus). Pero también para energizar la piel en los polvos de maquillaje flexibles de Elizabeth Arden o como estrella invitada de un champú de Indola que limpia el cabello con cero agresividad.