Crees que lo tienes bajo control y que eres capaz de vivir con él. Pero la realidad es que el estrés no solo desbarata tu vida, también es la vía más directa para que granos, irritaciones, rojeces y sequedad campen a sus anchas por tu rostro. Te contamos por qué sucede y cómo ponerle freno.

Sospechosos habituales

Por algo la llaman la hormona del estrés: el cortisol, junto con la adrenalina, se encarga precisamente de concederte superpoderes durante esos momentos en los que tu cerebro interpreta que tienes que reaccionar para sobrevivir. A nuestros lejanos antepasados les servía para eso precisamente: para salir indemnes de una cacería peligrosa o para huir a tiempo del ataque de un depredador. Pero los niveles elevados de ambas hormonas se restringían a momentos concretos.

Nosotros, sin embargo, vivimos situaciones mucho menos peligrosas pero que nos resultan igual de estresantes a nivel físico y emocional. Y lo malo es que se alargan mucho más en el tiempo, hasta semanas y meses, con lo que mantenemos de forma constante unos niveles de cortisol demasiado altos, porque, mientras la adrenalina recupera casi de forma inmediata el equilibrio, los picos de subida del cortisol se mantienen arriba durante mucho más tiempo. Y eso tiene consecuencias.

Así le afecta a tu piel

El cortisol afecta profundamente al metabolismo y este, a la piel. De hecho, es el responsable de la inflamación del organismo, que puede llevar a desequilibrios en la barrera de protección y disminuye la capacidad de la piel para retener agua. También aumenta la producción de grasa en las glándulas sebáceas y activa las respuestas vasculares a momentos emocionales: sí, también le debes esas mejillas rojas como tomates cuando te enfadas o cuando te disgustas. Todo esto significa que, cuando el estrés invade tu vida, tienes muchas más posibilidades de que tu piel lo delate con sequedad y deshidratación profunda, brotes de acné, rojeces e incluso rosácea y dermatitis. Es la forma que tiene de reaccionar frente a este exceso constante de cortisol en tu organismo.

No te pierdas...

-Manchas en la cara: 7 consejos para prevenirlas

-Acné: las últimas novedades para acabar con él

-¿Limpiar y desmaquillar el rostro es lo mismo?