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La industria de la belleza no para jamás de investigar y de obligarnos a ponernos a nivel: hoy lo sabemos casi todo sobre ácido hialurónico, antioxidantes, vitamina C, péptidos y hasta de la aplicación cosmética de las células madre. Pues bien: se avecina otra lección sobre la aplicación antienvejecimiento de un nuevo ingrediente milagroso: la centella asiática o 'cica', un antioxidante herbal que es mano de santo para la piel seca, sensible, que tiende a enrojecer.
La centella asiática mejora ostensiblemente la microcirculación de la piel, cosa que permite a los nutrientes, las vitaminas, los minerales y el oxígeno alcanzar más profundidad y extensión en su efecto. Además, estimula el metabolismo de las células y rejuvenece el aspecto de la piel. Básicamente hace que el curtir funcione a un 110 por ciento de su capacidad, aumentando su poder para reparar daños.
Lo cierto es que la “cica” no es precisamente una recién llegada: ha sido utilizada durante siglos en la medicina ayurvédica para tratar desórdenes de la piel, dolor de estómago e incluso ansiedad. Recientísimos estudios han descubierto su capacidad para mejorar los niveles de hidratación del cutis, disminuir todo tipo de inflamaciones, desde acné a eczemas y aumentar la producción de colágeno para incrementar la firmeza y elasticidad.
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