Operación vientre plano: 10 trucos para acabar con la tripa como Georgina Rodríguez

Sabemos que es difícil coger cariño a los ejercicios de abdominales , pero son palabras importantes. Y no por tener tableta de chocolate, no, que eso son palabras mayores, sino porque una musculatura abdominal fuerte ayuda a tener menos dolores de espalda, tener mejor postura y encontrarnos mejor. Además, tienen otra ventaja: cuando esa musculatura está prieta y en forma ayuda a contener mejor el contenido de la cavidad abdominal. Y cuando esta se distiende (digestiones pesadas o cuando tenemos gases, por ejemplo) se nota menos hinchazón que cuando no está trabajada.

· No sólo lo que comemos, sino también cómo comemos, afecta la forma en que se distiende el vientre. Si bebemos mucho durante las comidas, incluso si es agua, a los jugos gástricos les resulta más difícil su tarea de deshacer la comida y la digestión será más pesada.

· Las grandes comilonas no solo nos dejan como boas, incapaces de movernos; además, provocan hinchazón. Es preferible comer menos y más a menudo.

· Comer rápido es otro “no, no, no”. La prisa hace que se ingiera mucho aire, con las consecuencias ya conocidas.

· Cuanto más masticada esté la comida, mejor que mejor. Y es que la masticación es el primer paso de la digestión y, si la comida llega bien triturada al estómago, a este le costará menos procesarla. No solo eso: masticando bien cada bocado, generamos más saliva, que también facilita todo el proceso.

· Otro hábito a eliminar: masticar chicle. No sólo porque provoque que ingiramos más aire, sino porque además es casi seguro que contengan sorbitol –común en prácticamente todos los chicles sin azúcar– que produce muchos gases.

· Las burbujas también afectan… Lógico: al final y al cabo, están llenas de aire, ¿no? Refrescos carbonatados e, incluso, el agua con gas son otra broma del destino para darnos un vientre más convexo que cóncavo.

· Los alimentos ricos en fibra son excelentes para nuestra salud, pero difíciles de digerir (esa es su gracia, claro está). Para disfrutar de sus beneficios sin acabar con una tripa estilo Obélix, es conveniente tomarlos cortados en cachitos pequeños o nunca en enormes cantidades de una vez.

· Ojo con la lechuga: es baja en calorías, refrescante y perfecta para ensaladas, pero tiende a hinchar el vientre.

· Hay especias que ayudan a digerir mejor los alimentos y que, además, contribuyen a evitar los problemas de gases. El comino, el anís y el jengibre son tops a la hora de combatir la aerofagia.