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Pensar en Kylie Jenner es pensar de forma irremediable en sus labios voluminosos. Para comenzar, el éxito de su imperio, Kylie Cosmetics, se debe al lanzamiento de unos labiales que prometían a sus clientas lograr unos labios similares a los de la celebrity con ayuda de sus lip liners y de sus labiales mate. Poco les importaba a sus seguidoras el hecho de que su voluminosa sonrisa fuera fruto de las infiltraciones. Las ventas así lo demostraban: las millennials querían tener su boca y no les importaba pagar unos 30 euros por conseguirlo con ayuda de su maquillaje.
Kylie tenía tan solo 17 años cuando por fin se atrevió a confesar que sus labios eran el resultado de una intervención, y no de piruetas a base de maquillaje, tal y como había querido que el mundo creyera. Tras la primera intervención, que confiesa fue excesiva, se puso en manos del Dr. Simon Ourian, al que también acude Kim Kardashian. “Es como si Kylie le hubiese dado a toda una generación un ticket para conseguir una mejor versión de sí mismos. Lo que antes era un tabú, ahora se ha convertido en un derecho a presumir. La gente quiere presumir de haberse intervenido los labios”, explicaba el afamado doctor a ‘WWD.
La última imagen que Kylie Jenner ha subido a Instagram ha sido la que ha cambiado el curso de la historia con más morro del planeta. Sus seguidores comentaban lo bien que le sienta el look natural del que presume en la imagen. Muchos señalaban que les recordaba a la Kylie de antes. Jenner ha decidido aclarar las cosas al responder a uno de los comentarios con una sincera y tajante declaración: “Me he deshecho de las infiltraciones”.
Ahora que su negocio funciona al margen de los labios de la propia Jenner, parece que la benjamina de las Kardashian ha querido regresar a su boca natural. Pero Kylie sigue apostando por los retoques y por los cambios, pues horas antes preguntaba a sus seguidores si ha de volver a decolorarse el cabello. ¿Cuál será el siguiente cambio al que se someta? ¿Apostará a partir de ahora Kylie por la naturalidad? ¿Le habrá cambiado la naturalidad o se habrá cansado de hacer del artificio su accesorio?
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