Tres trucos para conseguir un cuerpo de diosa

Estás de vacaciones. Así que tienes el tiempo y el espacio (esa maravillosa y enorme bañera del hotel) adecuados para una inmersión total en momento relax. O para recuperar la energía que te falta. Desees lo que desees, lo puedes conseguir gracias a la conexión aromática que los nuevos geles de baño establecen con tu sistema límbico profundo. Esta parte de tu cerebro, que controla las emociones, está muy ligado al sentido del olfato. Por eso, la combinación de menta y verbena consigue energizarte, la suavidad de la hoja de higuera te relaja y el aroma a solares de Sunshine Love evoca instantes felices en la playa.

El paso esencial para conseguirla es la exfoliación. Porque seguro que durante esos meses bajo capas de ropa te has olvidado de hacerlo. Mientras tanto, las células muertas se han acumulado en el estrato córneo de tu piel. Por eso, cuando toca encomendarte al biquini la notas apagada, seca e, incluso, rasposa. Antes de empezar con la nutrición, toca resetear el proceso de regeneración de la propia piel. Y lo pones en marcha con un peeling ligero. No hace falta que frotes con fuerza. Aplícalo sobre el cuerpo húmedo mediante un ligero masaje circular que empiece por los tobillos y vaya subiendo hasta el cuello. Así movilizas los puntos linfáticos y la microcirculación de las extremidades. Y si quieres más luminosidad, busca emulsiones con vitamina C , como la de Sesderma.

Con el calor y la humedad del verano, lo que más pereza provoca es aplicarte cremas que no terminan jamás de absorberse. Prueba las nuevas fórmulas ultraligeras que se funden con la piel, la llenan de vitaminas y apenas tardan segundos en cumplir su misión. Como la refrescante versión yogur de The Body Shop o el bálsamo relajante de Avéne Body.

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