En una de las últimas fotos que ha subido a su Instagram, la cara de Sara Carbonero está algo distinta: más delgada de lo habitual, con el contorno facial algo más afinado y con los surcos nasogenianos (las arrugas verticales que hay al lado de la boca) mucho menos marcados. ¿Se habrá pasado la expresentadora usando algún programa de retoque fotográfico antes de hacer pública la imagen? ¿Habrá adelgazado tanto que le ha cambiado la cara? ¿O su ‘nuevo’ aspecto se debe a que ha sucumbido a las agujas?
Desde el pasado 20 de julio, día en el que publicaba una foto de ella con Nieves Álvarez, Sara no ha subido a su cuenta de Instagram imágenes de primeros planos. Y tampoco se le ve la cara de frente. Ha estado ocho días alimentando su cuenta con fotos con planos más amplios, fotos de lejos y de cuerpo entero y desde otros ángulos. La única excepción es esta foto en bañador tomada desde arriba y publicada el 28 de julio.
“Si comparamos las imágenes de 2010 de Sara Carbonero con las actuales, podemos comprobar que la angulación que ha sufrido su rostro es debido a la pérdida de volumen en zonas como la sien y el tercio inferior, proceso causado por el envejecimiento natural, que hace que el rostro vaya perdiendo redondez, explica la dra. Rebeca Bella, dermatóloga estética del Instituto Médico Ricart.
Sin embargo, “sí que se aprecia que tanto sus pómulos como su contorno mandibular están más marcados, y podrían ser fruto de infiltraciones de rellenos faciales, que otorgan mayor volumen a la zona tratada, aportan jugosidad a la piel y recuperan los volúmenes perdidos con el paso de los años”, asegura la experta.
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20 de enero-18 de febrero
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