belleza
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¿Alguien se acuerda cuando la rutina cosmética consistía en lavarse la cara con jabón, ponerse una crema, y ya? Afortunadamente, la evolución ha sido tan rápida como espectacular, y ahora contamos con un arsenal impresionante de productos para mimarnos; muchos ellos, bastante reciente. Entre ellos, los mist o brumas hidratantes: estos sprays no solo hidratan, sino que también protegen, activan la luminosidad y ayudan a fijar el maquillaje. ¿Vale la pena invertir en ellos? ¿Qué partido le podemos sacar?
Están cargados de activos –sobre todo, ácido hialurónico– que mejoran las reservas hídricas de la piel. ¡Irresistible!
Uno de los secretos de la acción hidratante de las cremas de tratamiento es que impiden que salga el agua que se evapora a través de la epidermis. Si a eso unimos una vaporización de la bruma justo antes de extenderte tu crema, de forma que esta selle el spray sobre la piel, tendrás un extra de hidratación intensivo.
Todas conocemos lo que pasa: salimos de casa estupendas y a las cuatro (a más tardar…) estamos ya con la piel seca y el maquillaje cuarteado. Evítalo vaporizando tu bruma cada cuatro a seis horas: ese extra de hidratación revive hasta a las pieles más agotadas.
Estancias con aire acondicionado, calefacción, climas secos, aviones… Un corto 'psscht' alivia su efecto de 'papel secante' puesto que crea una suave capa de activos hidratantes que reducen la pérdida de agua transepidérmica. A diferencia de las aguas termales, que sí pueden secar la piel si se dejan sobre ella, estas brumas no están compuestas solo de agua, sino que contienen activos hidratantes que se depositan como un velo sobre la superficie cutánea.
Como el rocío del amanecer… así es como se define el maquillaje 'dewy', que se traduce en una piel jugosa, muy fresca, saludable. Y para ello, nada como las brumas: basta con aplicarlas sobre el maquillaje para darle justo ese aspecto radiante.
Te gusta que tu look dure todo el día. Y para eso te aplicas base y, en ocasiones, polvo. Pero no te encanta el aspecto final, demasiado mate. Ahí es cuando entran en juego las brumas: aplica muy poca cantidad (se puede hacer con esponja, tapeteando) para darle frescura.
En caso de que el fondo de maquillaje sea muy mate, o muy espeso, o sencillamente, se nos haya ido la mano con la aplicación, basta con aplicar un poco de bruma en la esponja de maquillaje para difuminarlo y darle un aspecto más fresco.
Las brumas no solo hidratan (¡como si eso fuera poco!) Las hay matificantes, reguladoras del sebo, con protección solar, con vitaminas o con filtros anticontaminación, para aprovechar aún más sus beneficios.
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