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Niacinamida: el activo antiedad que entrena tu piel para estar fuerte y perfecta

Sus acciones protectora, recuperadora, iluminadora, antimanchas y antioxidante le han convertido en el ingrediente de moda. También conocida como vitamina B3, la niacinamida defiende tu piel para que tenga un aspecto impecable.

Es increíble la capacidad que tiene el mundo de la cosmética para enseñarnos palabras raras. No acabamos de aprender a decir ácido hialurónico sin trabarnos cuando el universo beauty nos lanza otro término imprescindible: niacinamida. Que, si quieren, la podemos llamar vitamina B3, que es más corto… Este activo controla las manchas, mejora la función barrera (es decir, hace más fuerte la piel) y tiene una acción calmante. Vamos, que es la piel lo que el entrenador Juanjo Rodríguez a Paula Echevarría: ¡la pone en forma!

Para entender las razones por las que la niacinamida es una de las nuevas 'top model' de las estrellas cosméticas basta con fijarse en un factor decisivo: este activo ayuda a la piel a cumplir su función. Que es, para ser exactos, defender al organismo de los elementos externos. La piel es nuestro escudo y la niacinamida le da varias capas extra de chapa y pintura para que haga mejor su trabajo y esté fuerte y mazada cual culturista de los 90.

¿Cuáles son las cualidades de la vitamina B3 en la piel? Muchas y notables.

Mejora la función barrera

La epidermis, la capa externa de la piel, está formada por unas células llamadas corneocitos que están unidas entre sí por unos lípidos (elementos grasos) llamados ceramidas. Son como el cemento de la piel: cuando hay pocas, los corneocitos se separan entre sí y dejan huecos. En resumen: la epidermis deja de estar compacta y se fragiliza. Ahí es cuando llega la niacinamida: estimula la producción de nuevas ceramidas que rellenan, fijan, mejoran y compactan esa capa externa que es nuestra primera línea de defensa.

Esta función barrera es especialmente importante en entornos de contaminación atmosférica: cuanto más fuerte esté la piel, mejor evitará que el material particulado penetre en las capas profundas y desencadene procesos inflamatorios que nos hacen envejecer antes de tiempo.

Reduce la inflamacón cutánea

El término anglosajón 'inflammaging' combina dos palabras: inflamación y 'aging', envejecimiento, resumiendo así la forma en que las reacciones de inflamación de las células hacen que la piel muestre signos de la edad antes de tiempo. Y es que todo aquello que irrite a nuestra pobre piel, desde el estrés hasta la polución, causa una reacción inflamatoria que provoca estragos allí donde sucede. Bien: ahí vuelve a echarnos una mano la niacinamida, que ayuda a atenuar y controlar esos procesos, calmando la piel.

Atenúa las manchas

Otra de las cualidades de la vitamina B3 es su capacidad de reducir la hiperpigmentación. Es decir, ¡las manchas! Sobre todo, aquellas causadas por procesos inflamatorios, como las del acné, y también mejora las que tienen causa hormonal. Eso sí, que nadie espere milagros. Las reduce y aclara a nivel superficial. Funciona sobre todo a nivel epidérmico, porque atenúa la cantidad de melanina que va de los melanocitos hasta la superficie de la piel.

Ayuda a controlar el exceso de grasa

Es curioso que los dermatólogos conozcan bien los efectos de la vitamina B3, pero aún no sepan exactamente cuáles son sus canales de acción. Y esto incluye su faceta como reguladora del sebo facial: la niacinamida ayuda a reducir y controlar los granitos e impurezas, e incluso tiene un efecto matificante sobre la piel. Eso no quiere decir que sirva contra el acné, pero sí actúa como reguladora de pieles grasas o mixtas que tienden a sufrir de granitos.

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