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Seguro que te has planteado alguna vez qué le pides a una crema. Porque, además de que te quite 10 años de encima, necesitas que vuestra experiencia juntas sea realmente feliz. ¿Cuántos botes sin usar se han quedado por el camino porque la sensación al aplicarla te daba una pereza infinita? La culpa la tiene la textura. Y es igual de importante si un cosmético no se absorbe bien como si parece que no te has aplicado nada de nada.
Las firmas de cosmética se han dado cuenta y ya le han puesto remedio. Pero la formulación de las cremas es un asunto complejo. Conseguir texturas ligeras con acabados confortables sin que los activos pierdan eficacia no es nada fácil
Más de 10 años ha tardado Olay en lograr esta fórmula revolucionaria, que consigue la mayor ligereza actual en la textura de una crema sin sacrificar ni activos ni efectividad. Gracias a la tecnología Active Rush, se transforma en líquido al contacto con la piel y libera hasta mil veces su peso en activos. Regenerist Whip de Olay (39,99 €)
Su contenido está dividido en dos fases, una oleosa y otra acuosa, que aseguran la eficacia de cada uno de sus ingredientes. Y que solo se juntan al agitar unos segundos para conseguir una emulsión que logra una acción más rápida sobre la piel porque su poder de penetración se redobla. Sérum Aquasource Aura Concentrate de Biotherm (58 €).
Esta propuesta de Shiseido es lo más avanzado que vas a sentir en una crema. El Active Response Powder de su tecnología ReNeura contiene miles de microesferas elásticas invisibles, que estimulan los receptores sensoriales de la piel para mejorar su respuesta a los activos y restaurar la energía celular. Essential Energy Moisturizing Gel de Shiseido (73 €).
Es casi como un agua, pero con un punto de densidad cargado de activos. Como la proteína SNEV (SeNescence Evasion Factor), un auténtico conductor de la vitalidad celular. Se aplica con los dedos haciendo ligeras presiones para que penetre. Sublimage L’Essence Fondamental Chanel (395 €).
La galénica de esta hidratante de alta nutrición está inspirada en el tacto de los pétalos de las flores. Y ha permitido que su sensación inicial sea de ligereza absoluta, mientras su capacidad de emoliencia se mantiene en niveles altos. SOIN VELOURS AUX FLEURS DE SAFRAN DE SISLEY (165 €)
La jalea tiene una alta capacidad de penetración. El aceite acuoso consigue reparar y además sella el resultado. Si permanecen en la misma fórmula pierden sus propiedades. Juntarlos solo en el momento de aplicar soluciona el problema. Abeille Royale Sérum Doble R Renew and Repair de Guerlain (181 €).
La tercera reformulación de este clásico de culto mejora su ya de por sí original textura azabache fundente. El color que le da la savia negra de alga vital desaparece instantáneamente al aplicarlo. Le Soin Noir Crème de Givenchy (357 €).
Luz y aire comprometen la estabilidad del retinol. Al combinarlo con ceramidas, se consigue una textura gel de acabado mate que requiere una conservación rigurosa en cápsulas selladas. Retinol Ceramide Capsules de Elizabeth Arden (110 €).
El producto está dentro de una esponja y se aplica con otra. Y el juego entre ambas permite un aireado que aligera la textura, facilita la aplicación y consigue un acabado uniforme. AQ10 Plus Antiedad 3 en 1 Cushion de Nivea (16,99 €).
La textura sleeping pack, con su nivel de gelificacion más intenso, la inventaron los coreanos para que el producto se pudiera aplicar de noche sin que se quedara en la almohada. Vichy lo adapta para una mascarilla de acción flash que recupera la hidratación en cinco minutos. Liftactiv Hyalu Mask de Vichy (45 €).
Es completamente líquida, se aplica con algodón y, como contiene ácidos de efecto peeling, consigue una renovación enzimática de la piel con un par de pasadas. Y sí, es mejor aclarar con agua. Ready Steady Glow Daily AHA Tonic de REN (44 €).
Esta proeza de originalidad es una mascarilla con dos texturas: un gel de ácido hialurónico (con esencia de planta de loro) que contiene en su interior una flor de crema con glycosilato de loto. Mascarilla Hidratante de Loto Blanco de KenzoKi (63 €). En El Corte Inglés.