Tres tratamientos (que sí funcionan) para acabar con el acné para siempre

¡Horror, granos! Poco más se puede decir cuando te encuentras con estas protuberancias en tu cara, y más si ya dejaste atrás la adolescencia, pero hacer, puedes hacer algo más para acabar con el acné . Para empezar, nada de tocarse la zona, ni entrar en pánico (el estrés empeora todavía más esta dolencia), eso es lo primero. Y lo segundo, no le quites importancia. Esto no es una espinilla que se ha infectado, sino una inflamación que afecta a las glándulas sebáceas, así que lo tercero será pedir cita inmediatamente con el dermatólogo. En función del estado de ese brote y el tipo de acné, el especialista decidirá qué es lo mejor, pero para que vayas informada, que sepas que estas tres soluciones ya han mostrado su eficacia y, de verdad, funcionan:

Cuando el problema es más bien leve, un buen aliado es el tratamiento con retinoides, un derivado de la vitamina A, que aplicado sobre la piel trata el acné moderado, porque disminuye la inflamación provocada por la bacteria que coloniza las glándulas sebáceas y elimina los comedones.

Si la lesión es más grave, hay que recurrir a tratamientos más intensos, con antiinflamatorios y antibióticos para detener la infección y la inflamación; fármacos antiandrogénicos si existen alteraciones hormonales, para controlar la producción de grasa; queratolíticos para evitar la hipercornificación del folículo; o isotretinoina, un potente retinoide oral, según apunta el dermatólogo José Luis López Estebaranz.

¿No quieres, o no puedes, tomar medicamentos y las fórmulas sobre la piel se te quedan cortas? Entonces, prueba lo último para combatir ese tipo acné, e incluso las cicatrices producidas por él: la terapia biofotónica, un tratamiento que solo dura nueve minutos (aunque hay que repetir las sesiones un determinado número de veces, en función de la gravedad de la dolencia). Como explica el doctor Miguel Sánchez Viera, director del Instituto de Dermatología Integral, “consiste en la aplicación de un gel, que, al ser estimulado por una fuente de luz (láser o LED) emite una fluorescencia, que es la que trata la lesión. El gel actúa como transmisor y no daña la piel ni es absorbido por esta”.

No desesperes, hay solución, solo tienes que encontrar la que más conviene a tu tipo de acné.

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