belleza
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Vaya por delante que el objetivo no es sacar bíceps y mostrar toda la masa muscular de la que eres capaz, sino conseguir unos brazos bien tonificados y sin atisbos de flacidez. Bordeando ya la cincuentena, la reina Letizia es un ejemplo de lo que se puede lograr con disciplina, aparatología y cremas específicas para esta zona.
Pasados los 35 años las extremidades superiores empiezan a perder firmeza y los depósitos de grasa aumentan o se desplazan en esta parte de nuestra anatomía, así que se hace prescriptivo tomar ciertas medidas si queremos unos brazos torneados. Para empezar, además de usar a diario cremas reductoras y tonificantes, los expertos recomiendan seguir, al menos tres veces por semana, ejercicios de fuerza si queremos ahuyentar el efecto alas de murciélago y presumir de unos brazos torneados como los de la reina Letizia. Así que pon en marcha una rutina de ejercicios con pesas y ayúdate de todo lo que puede ofrecerte la medicina estética para mejorar el tono de esta parte de tu anatomía. Estas son las técnicas en cabina que te ayudarán a coger un atajo:
Si las inyecciones no te dan miedo, esta solución en la que se infiltra hidroxiapatita cálcica, policaprolactona o silicio, es perfecta para estimular la generación de colágeno y rejuvenecer la apariencia de la dermis de los brazos. Con dos o tres sesiones se percibe ya un cambio notable.
Estas ondas electromagnéticas de choque funcionan calentando los tejidos de la piel, lo que permite mejorar su estructura, tensándola, y drenar la zona. Se necesitan al menos cuatro sesiones para ver resultados.
No, no son exclusivos de la cara. Compuestos de polidioxanona, también son perfectos para corregir la flacidez que empieza a vislumbrarse en las extremidades superiores. Una o dos sesiones son suficientes para mantener a raya la cara interna de los brazos.
Si tu problema es más la grasa que el descolgamiento, este es el método más adecuado. Funciona aplicando frío intenso sobre el tejido subcutáneo para fundir los adipocitos (células grasas) que afean esta parte de tu anatomía. Un par de sesiones espaciadas tres meses y verás cómo cambia la apariencia de tus brazos.
El rayo maravilloso también es ideal para remodelar esta parte de tu cuerpo. Hay una variedad que ejerce una acción de lipólisis no invasiva para eliminar la grasa localizada. Consiste en calentar la epidermis y eliminar la grasa licuada por vía linfática. Necesitarás entre dos y cuatro sesiones, dependiendo del estado de tus brazos.
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