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Estos son los siete errores más habituales que cometes al depilarte las cejas en casa

Manejar con soltura las pinzas no suele ser una habilidad innata, así que aprender algunos trucos puede salvarte de un desastre mayúsculo a la hora de depilarte las cejas. Te ayudamos a que ese arco del triunfo haga honor a su nombre dando armonía a tus rasgos y elevando tu mirada.

Pincha sobre la imagen y descubre 12 productos de maquillaje y tratamiento para lucir unas cejas bushy brow perfectas./gtres

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Virginia de los Ríos
Virginia de los Ríos

Las tijeras y la pinzas en manos inexpertas son armas de destrucción masivas. Estas herramientas, pese a su pequeño tamaño, pueden hacer estragos en nuestras cejas si las usamos a la ligera. Estas son algunas de las pifias que puedes perpetrar empuñándolas… y cómo solucionarlas.

Creerte una experta e ir improvisando

Solo una gran especialista puede diseñar la forma adecuada a ojímetro, y dado que no es tu caso, aquí va un consejo: controla tu ansia si no quieres despoblar tus cejas más de la cuenta y traza una línea blanca que separe los pelos que se pueden quitar y los que no. Si ya no hay remedio, tendrás que echar mano del maquillaje específico para cejas u optar por un microblading.

Excederte con el entrecejo

Tan feo puede ser imitar a la inimitable Frida Kahlo con casi una sola ceja como pasarse de la raya. Depilar de más el comienzo de las cejas crea la sensación de unos ojos más separados y una nariz más gruesa, además de dejar una expresión poco agraciada. Para no equivocarte, asegúrate de que las cejas comienzan a la altura de la aleta de la nariz.

Ir haciendo las dos cejas a la vez

Sí, las mujeres somos multitarea, pero todo sale mejor si nos concentramos en una sola cosa y mucho más cuando nos estamos depilando las cejas. Comienza con una y termínala, no vayas quitando pelitos de una y de otra, porque entonces no tendrás perspectiva, y lo más seguro es que diseñes una cejas asimétricas.

Acortar demasiado el final

A menos que quieras parecer Cruella de Vil, deja que las cejas se alarguen un poco más que el final del ojo. Si te has animado más de la cuenta con las pinzas, tendrás que hacerte amiga de un lápiz de cejas duro y del mismo color de tus cejas durante unas semanas para solventar el desaguisado. Pinta el extremo como si fuera pelo a pelo para darles una forma natural.

Depilar la parte de arriba

Es lo peor que puedes hacer si no sabes cómo, así que no te adentres en ese jardín, porque es una zona muy determinante para dar (o quitar) expresión a los ojos. Aquí la regla es: ni se te ocurra tocar esa parte de la ceja, déjaselo a las expertas en diseño de cejas, que lo hacen con maestría y con una cera especial con la que trazan una línea recta, algo que no puede conseguirse con unas simples pinzas.

Cortarte mal los pelos

A medida que vamos haciéndonos mayores, los pelos de las cejas crecen descontrolados y las tijeras se convierten en la única solución, pero hay que manejarlas con tiento. Peina hacia arriba las cejas y corta solo el pelo sobrante, de manera muy conservadora para no hacerte calvas.

Repasar todos los días las cejas

Si eres perfeccionista te recomendamos que te contengas, porque la obsesión no lleva a nada bueno. Si cada vez que ves un pelo fuera de lugar lo fulminas, acabarás quitando más de lo que quisieras sin darte cuenta y deformarás la ceja. Haz un repaso una vez a la semana, con eso te bastará y te sobrará.

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