La modelo Luma Groethe en el spot publicitario del perfume Olympéa, de Paco Rabanne. / paco rabanne/Instagram

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La diosa de Olympéa nos desvela sus secretos de belleza (y su historia de amor con Invictus)

La modelo brasileña Luma Grothe nos cuenta cómo encarnar a una diosa griega como imagen de Olympéa de Paco Rabanne ha transformado su vida. Ahora, cambia el monte Olimpo por uno de los escenarios naturales más bellos del mundo. Y lo hace junto a Invictus, su pareja en la ficción y en la vida real.

¿Qué hacen los dioses en nuestros tiempos para convertirse en leyendas? Participan en carreras mitológicas donde solo los intrépidos sobreviven. Con una persecución postapocalíptica al más puro estilo Mad Max da comienzo la nueva aventura de Invictus y Olympéa, los personajes de las fragancias de Paco Rabanne. Este verano salen del estadio y del monte Olimpo para subirse a lomos de sus monturas. Tras ellos, piratas, villanos y criaturas imposibles se deslizan por las arenas del desierto más peligroso del planeta en una persecución trepidante. Y es Olympéa quien se encarga de inclinar la balanza. "Siempre ha sido un personaje femenino fuerte, pero ahora lo es más que nunca", cuenta Luma Grothe, la modelo brasileña de 25 años que la encarna desde 2015.

Su compañero de fatigas, el exjugador de rugby australiano Nick Youngquest, no puede estar más de acuerdo. "Olympéa tiene un papel mucho más decisivo que el de Invictus en este historia. Él parece muy seguro de sí mismo, pero es ella quien llega en su caballo blanco para salvar la situación".

Todo sucede en el imponente escenario natural del Namib, en Namibia, uno de los desiertos más antiguos del mundo (80 millones de años). Se extiende desde Angola a Sudáfrica y termina abruptamente en las olas del Atlántico Sur, que lo erosionan con tal fiereza que los barcos que se acercan acaban naufragando.

Una aventura peligrosa

Hasta allí se trasladó todo el equipo de Puig y Paco Rabanne para rodar en plena naturaleza un nuevo capítulo en la historia de estas deidades olfativas, el que da forma a la campaña de Invictus y Olympéa Legend. Pero ni la madre Tierra ni los dioses mitológicos parecían estar de su lado. "Sufrimos las lluvias torrenciales más brutales que se han visto en este lugar, el más seco del planeta, en años. Estuvieron a punto de arruinarlo todo", recuerda Yougquest. El modelo todavía se asombra de la superproducción cinematográfica del rodaje. Lo más curioso es que mientras a él lo doblaban en casi todas las escenas peligrosas, Luma se encargó personalmente de hacer las suyas. ¿Ese momento en el que salta desde su caballo y acaba en la motocicleta de Invictus? Sí, es ella. "Llena de arneses de seguridad y rodeada de profesionales. Pero fue muy empoderante", cuenta con entusiasmo.

Feminista convencida, Luma confiesa que todo lo que ha tenido que ver con este personaje le ha servido para moldear su propia vida. "Interpretar a una mujer tan poderosa me ha hecho querer ser como ella, capaz de alzar la voz y de sentir que puedo hacer lo que me proponga. Es competitiva y lucha por lo que quiere. Y así es como nos queremos ver ahora a nosotras mismas", explica. También en la moda. Porque, a pesar de su juventud, Luma es una veterana de esta industria. Empezó a trabajar como modelo a los 15 años y ha vivido la transformación del sector en la última década. "Las redes sociales lo han cambiado todo. Antes tenía amigas de la profesión. Hablábamos en el backstage y nos contábamos nuestras vidas. Ahora las chicas solo están pendientes de sus teléfonos y de hacerse selfies. No interactúan entre ellas. No digo que sea malo, pero yo no me siento identificada".

Amor en el aire

No es el único aspecto de su vida que ha cambiado mientras se convertía en Olympéa. También se ha enamorado por el camino. Del hombre que interpreta a Invictus, nada menos. Y el hecho de que Nick Youngquest sea uno de los modelos más deseados del planeta no ha tenido nada que ver. Porque lo que atrajo a Luma no fueron ni los músculos cincelados ni la estructura facial perfecta ni los penetrantes ojos azules del australiano. Lo que ganó su corazón fue que la hacía reír con chistes tontos, que se preocupaba de cuidarla y que era muy firme en la defensa de causas como la infancia y los derechos LGTBI. "He salido con muchos modelos masculinos y, no todos, pero la mayoría eran idiotas. Nick era encantador y normal. Nos hicimos amigos enseguida", asegura. "Era una de esas situaciones de comedia romántica en la que ninguno de los dos se imagina lo que siente el otro", añade él. "Así que cuando por fin me dijo que le gustaba, sentí un gran alivio", responde ella. ¿Lo más curioso? Que su historia de amor comenzó en Madrid.

¿A qué huelen los dioses?

Este verano, a arena cálida y a flor del desierto, que es la base olfativa sobre la que se construye el nuevo Olympéa Legend de Paco Rabanne (104 euros /80 ml). Aunque mantiene de la estructura original el acorde de vainilla salada, lo hace sobre un mix carnal de ciruela, violeta y albaricoque, con una nota almendrada de haba tonka. Invictus Legend de Paco Rabanne (89 euros /100 ml) abandona la frescura oceánica para elevar la temperatura con notas de madera, especias, geranio metálico, laurel ardiente y pomelo salado.