belleza

Vuelve al tónico

El protagonista de las rutinas de belleza asiáticas ya era un must de toda la vida entre las españolas. Y regresa para quedarse.

Laura Requejo
Laura Requejo

Era un imprescindible de los rituales de belleza de nuestras abuelas, pero llevaba al menos una generación desterrado de los neceseres. Y es que las antiguas formulaciones incluían mínimas cantidades de alcohol que estimulaban y desinfectaban la piel... a cambio de un peaje de sequedad y deshidratación.

La galénica moderna sustituyó hace años el alcohol por aloe vera, aciano, gingseng o ácido hialurónico; pero el miedo seguía presente. Hasta que las coreanas han obrado el milagro de convertirlo de nuevo en una estrella. El tónico es parte esencial de sus interminables rutinas de más de 10 pasos y no se lo saltan jamás. Tienen buenas razones.

Qué hace:

La limpieza agrede tu piel: tanto si tu desmaquillado se reduce a agua del grifo y jabón como si incluye bálsamos, cremas, aceites y agua micelar. El proceso de arrastrar suciedad, sebo oxidado y células muertas desequilibra el pH, ese manto ácido natural que hace que tu piel funcione a pleno rendimiento y que los microorganismos dañinos no proliferen. Pero para ello tiene que situar su nivel de alcalinidad entre 4,5 y 5,9. Y después de limpiar, el pH se desequilibra y la piel tarda hasta dos horas en regularlo de forma natural.

El tónico llega en el momento justo (tras limpiadoras y aguas micelares) y reduce el proceso a unos segundos. De paso, elimina restos de suciedad y maquillaje, acaba con la tirantez post-desmaquillado y aporta esa liberadora sensación de frescura que tanto se agradece y que indica que tu rostro está listo para que tus cremas rindan al 200%.

Paso a paso

Aplícalo empapado en un disco de algodón (¡sé generosa!). Ni frotes ni presiones: deslízalo por tu rostro con un suave recorrido que vaya del centro al exterior, con cierta inclinación ascendente. Puedes notar un ligerísimo picor o un mínimo burbujeo en la piel; eso solo significa que el tónico está haciendo su función.

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