belleza
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Si tienes que elegir un solo cosmético para darle un upgrade a tu cara cuál elegirías? La mitad de las mujeres seguro que responden que un pintalabios y la otra mitad, probablemente, una máscara de pestañas.
Es el producto infalible para evitar una cara de cansancio, poner el foco en los ojos y dar un subidón a tu rostro. Y puesto que es tan importante, asegúrate de elegirlo bien y de acompañarlo de algunos very best friends. Aquí van algunos aliados para facilitarte el camino hacia unas pestañas que ni la mismísima Marilyn.
Si quieres que tus pestañas se vean más voluminosas sin necesidad de pintarlas, en el mercado puedes encontrar sérums que las fortalecen y las acondicionan. Unas pasadas a diario con estos productos y tus pestañas ganarán en flexibilidad y buen estado de forma.
Después, para empezar a maquillarlas, nada como comenzar con un primer de fibras que las prepara y las dota de un espesor mayor. Hay prebases que también las curvan o las alargan, tú misma.
Y tras ese primer paso, toca elegir bien la máscara en función de lo que busques: alargar las pestañas, engrosarlas, curvarlas o todo ello. Hay fórmulas que prometen todo ello y dependiendo del aplicador pueden conseguirlo, pero también tendrá mucho que ver tu destreza. Si buscas un efecto sutil, descarga parte del producto con un pañuelo y date solo una pasada. En el caso de que quieras un efecto muy voluminoso, cúrvalas previamente y añade un par de capas. Importante: no te maquilles las pestañas inferiores, salvo que busques el efecto sesentero de Twiggy.
Y si los fines de semana o en momentos puntuales te gusta alargar esas pestañas que Dios te ha dado, déjate de engorros y opta por un postizo magnético. No temas, están tan bien hechos que no se te caerán, y además son reutilizables. Y hay otra razón para dejarte seducir por este sistema, y es que si abusas de los postizos con pegamento puedes debilitar o arrancar los pelos y provocarte calvas. En estos casos, el mejor consejo es reservar estas opciones para ocasiones muy contadas.