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El exceso de depilación nunca es malo, excepto si un día te da por “limpiarte” las cejas y acabas descubriendo que, tal vez, se te ha ido la mano. Y es que en el comer, y en el depilar, todo es empezar. Es cierto que, si tienen que ocurrir desgracias capilares, este es el mejor momento, porque no tenemos previsto salir de casa en una temporada. Pero como lo mejor es que no sometamos a nuestro rostro a un estrés innecesario, vamos a dejar claros los pasos necesarios para moldear nuestras cejas sin riesgo de que acabe en un drama.
A la hora de limpiar y dar forma a nuestras cejas es importante tener claros los puntos en los que debemos enfocarnos: el inicio de las cejas, el arco y el final de las mismas. Y para encontrar el primero debemos situarnos frente al espejo con un lápiz, y colocar la punta sobre el hoyuelo izquierdo de la nariz, (donde se llevan los piercings) y el lápiz apuntando hacia la ceja en línea recta. En el punto de encuentro de ambos hacemos una marca.
Este es un paso muy importante, porque el punto de partida de la ceja afecta a todo el contorno de la nariz, y la distancia entre el comienzo de las cejas pude hacer que la nariz se vea más ancha o más estrecha.
Para dibujar el arco, o la parte más alta de la ceja, realizaremos la misma operación con el lápiz, dibujando un ángulo imaginario de 90 grados entre la nariz y la ceja. Marcamos el punto de encuentro de la ceja y el lápiz, teniendo en cuenta que ese es el punto más alto en el que podemos personalizarlo, y apostar por un diseño recto, curvo o más picudo.
Por último, repetimos la operación con el lápiz, y esta vez lo alineamos con la esquina externa del ojo, y marcamos el lugar en el que se encuentra con la ceja. Aquí es importante tener en cuenta que las cejas cortas funcionan mejor en las caras más pequeñas, y las cejas más largas hacen que los ojos se vean más pequeños.
Una vez marcados los tres puntos, los unimos con un lápiz o un pincel preciso, y coloreamos la ceja a partir del diseño que queramos darle. Si tenemos dudas, siempre podemos tener como referencia el hueso bajo la ceja, asegurándonos de que el dibujo se alinea con él.
Ahora, cualquier pelo que quede fuera de esa ceja dibujada puede ser arrancado, manteniendo siempre la piel apretada y eliminándolos en la dirección en la que crecen, para evitar que se rompa el folículo. Debemos ser cuidadosos a la hora de valorar la eliminación de los vellos que se quedan sobre las líneas, y es preferible dejarlos antes que terminar con la mitad de la ceja que preveíamos.