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Estos son los retoques estéticos que están triunfando con el boom de las videollamadas (y que superan la obsesión millenial por la llamada cara de Instagram)

El boom de las videollamadas y las reuniones por Zoom ha resituado el foco de la belleza en un lugar de máxima exposición: la cara. Queremos un rostro que convenza a través de la pantalla y esto es lo que estamos haciendo para lograrlo.

Hace un año, casi nadie pensaba que tendría que verse en pantalla, día sí día también, para teletrabajar o para comunicarse con familiares y amigos. De hecho, hoy ya sabemos que durante la pandemia se produjeron muchas primeras citas vía videollamada: no había otra opción para, si no conocerse, al menos 'tantearse'. De repente, la 'videogenia' se ha convertido en un factor fundamental en nuestras vidas, mucho más importante que la vieja 'fotogenia' y también más capaz de movilizarnos para encontrar la mejor versión de nosotras mismas, también en pantalla. Las clínicas de estética lo confirman: se está produciendo un boom de retoques faciales ( bótox, lifting líquido, rellenos...) con un solo objetivo: estar más guapas en Zoom.

Uno de los objetivos de los retoques es el óvalo facial: redefinido y firme. / MABEL+MEG

La aceleración de esta tendencia de belleza es brutal: si hace unos años nos sorprendía la desesperación de las millennials por conseguir el efecto filtro que les proporcionaba Instagram o Snapchat, hoy vemos absolutamente lógico que mujeres de todas las edades corran a favorecerse por la vía retoque. Los objetivos principales son dos: redefinir, reafirmar y delinear el mentón y la línea de la mandíbula (efectivamente: esculpir el perfil) y definir y engrosar los labios. Necesitamos evitar a toda costa el descolgamiento y aportar jugosidad en la piel y la boca: dos factores decisivos para el rostro visto a través de la pantalla.

Los labios continúan siendo el objetivo número uno de los retoques faciales. / MABEL+MEG

Más factores hacen de estas modificaciones las favoritas de las mujeres que persiguen un aspecto perfecto en Zoom y demás videollamadas: son correcciones que se consiguen en una o dos sesiones (conviene ser prudente en los labios y, si se require más volumen, volver a pinchar), los resultados son inmediatos y persisten durante al menos un año. La inversión compensa a las mujeres que tienen una jornada de teletrabajo intensa: unos labios a punto pueden costar alrededor de 300 euros, mientras que una remodelación facial asciende a alrededor de los 1.800. ¿Te compensaría cambiar unas vacaciones por este tratamiento?

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