A las agresiones medioambientales, variaciones climáticas, alimentación desequilibrada y desórdenes hormonales que ya conocíamos antes, ahora tenemos que añadirle el uso obligatorio de la mascarilla como otro factor que provoca que la piel no pueda mantener su equilibrio. Y como resultado aparecen los poros dilatados, el exceso de sebo y los antiestéticos puntos negros, tan característicos del nuevo maskné.

La oclusión que causan las mascarillas bloquea los conductos de salida de la secreción sebácea, esto hace que la piel brille más, que acumulemos impurezas en los poros y se dilaten e incluso que salgan granitos”, explica Leticia Carrera, directora del Centro Médico-Estético Felicidad Carrera. Cuando las glándulas sebáceas producen un exceso de sebo los poros se dilatan más de lo normal, convirtiéndose en el cobijo perfecto para la suciedad y células muertas. Después, al contacto con el aire se ensucian y vuelven de color negro dando así lugar a los llamados puntos negros.

Lo más probables es que nada más verlos en tu cara quieras deshacerte de ellos apretándolos. Sentimos decirte que este gesto solo lo deben realizar facialistas o dermatólogos para evitar cicatrices, infecciones o incluso un brote de acné. Sin embargo, sí que hay cosméticos que te ayudan a eliminarlos sin necesidad de toquetearlos con los dedos. Las mascarillas purificantes y los peelings enzimáticos son perfectos para eliminar estos y también para deshacerte de otro tipo de impurezas.

Además, es importante que “ extremes la limpieza de la piel tanto por la mañana como por la noche, usando productos con pH eudermico (alrededor de 5) para reforzar la barrera epidérmica, ya que una barrera cutánea fuerte, es menos vulnerable al maskné”, aconseja Pedro Catalá, doctor en Farmacia y fundador de Twelve Beauty. Después n o debes olvidarte de la hidratación, ya que “los principios activos conocidos como secantes muy a menudo terminan por provocar deshidratación, irritaciones, incluso eccemas y dermatitis”, advierte la facialista Cristina Galmiche. También deberías limitar el uso de base de maquillaje o las fórmulas cosméticas que contengan aceites oclusivos, y exfoliar tu piel una vez por semana para prevenir la acumulación de residuos en los poros.

Mascarilla De Arcilla Purificante de Jowaé (12,90 €). Phytosolutions Normaderm de Laboratorios Vichy (20, 60 €). Ceutical Tolerance Cleanser de Natura Bissé (39 €). / d.r.

Por último te tocará acudir a un centro especializado a hacerte una higiene facial con más frecuencia de lo habitual. “Aunque es en las capas más superficiales donde se manifiestan los síntomas, el problema reside en la dermis, donde se encuentran las glándu­las sebáceas”, puntualiza Galmiche. De ahí que haya que actuar en profundi­dad con protocolos específicos –en sus centros proponen la oxigenación Balance +– que incluyan la extracción de los granitos, puntos negros, espinillas y liberen los conductos sebá­ceos para que la piel respire, el poro se cierre y no se dilate por el peso de la grasa que lo bloquea.