“El uso de la mascarilla protectora obligatoria facilita que se cree un microambiente en el rostro. En este se concentran la humedad, los niveles de CO2 y el número de bacterias y microorganismos procedentes de la boca y del sistema respiratorio, explica Pedro Catalá, cosmetólogo, doctor en farmacia y fundador de Twelve Beauty. El problema es que, “en contacto con nuestra piel esta situación deriva en problemas cutáneos como inflamación, irritación, rojeces y el ya archiconocido maskné”, añade. Pero, por si esto fuera poco, la llegada del frío también derivará en un nuevo enemigo de la piel este 2020: el maskestress.

Pero, ¿por qué se agravan los problemas de piel derivados del uso de la mascarilla en invierno? “Con el descenso de las temperaturas cambiamos constantemente de ese microambiente húmedo al calor seco de la calefacción cuando la retiramos al llegar a casa”, aclara el experto. Esto provoca que la piel se altere y se vuelva loca intentando regularizar su hidratación interior, pudiendo desencadenar en una producción excesiva de sebo, o también en una sequedad excesiva, irritación o rojeces.

Sérum S.O.S Desalterante de Caudalie (29,20 €). Bálsamo calmante e hidratante Sensibalm De Sisleä (52 €). Crema Regeneradora de Cristina Galmiche (39,50€). / d.r.

“Principios activos agresivos, higiene inadecuada y las fibras sintéticas de las mascarillas son los aliados perfectos del maskné y de una piel estresada”, asegura la facialista Cristina Galmiche. Ambos problemas aparecen en cualquier tipo de piel, sobre todo las que ya estaban sensibilizadas por las agresiones externas. Por tanto, ahora más que nuca es importante prestar especial atención a nuestra rutina de limpieza facial diaria –es preferible que no uses jabones o lociones astringentes y secantes, ya que alteran el pH cutáneo y su escudo protector”, advierte– y que te fijes bien en los ingredientes de tus cosméticos evitando “todos aquellos que sean comedogénicos y oclusivos, obviar el uso –sin prescripción profesional ycontrolada– de ácidos potentes (retinol puro) o de despigmentantes fuertes, ya que sensibilizan el tejido cutáneo”, concluye Galmiche.

Por eso ahora es más importante que que nunca que elijas la crema hidratante más adecuada para ti, teniendo en ceanta que los ingredientes humectantes deben ser los protagonistas de la fórmula. Catalá te explica cuáles son los más adecuados y por qué:

· Ácido hialurónico. Es aconsejable que ahora optes por uno de mayor peso molecular paa que mantenga ua una película permeable que mantenga la piel lubricada y elástica y lubricada. · Ácido láctico. En dosis bajas actuúa como humectante y en dosis altas tiene una acción exfoliante. · Glicerina. Es el humectante más conocido y se le considera el ingrediente de referencia. Solo tienes que tener cuidado con las dosis altas, ya que dejan una sensación pegajosa. · Propanodiol. Es similar a la glicerina, pero tiene una textura más atractiva para la piel. · Saccharide isomerate. Tiene la particularidad de ser capaz de unirse a las moléculas de agua de la piel garantizando la hidratación durante 72 horas y mejorando el estado de la piel. · Sodium PCA. También conocido como carboxilato de pirrolidona de sodio, es el responsable de dejar ese aspecto de tez fresca e hidratada · Sorbitol. Tiene la capacidad de extraer la humedad del aire, por lo que solo habría que evitarlo en lugares de humedad extremadamente baja como el desierto o el interior de los aviones. · Urea. Es rica en nitrógeno, por lo que estimula la síntesis de proteínas clave para la piel y aporta una sensación muy reconfortante cuando se aplica.

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