Mi madre adora estos aceites para pieles maduras y promete que reducen las líneas de expresión

Si pensabas que los aceites faciales eran solo para pieles jóvenes o que podrían dejar un acabado graso, es hora de desmontar ese mito. A partir de los 50, la piel pierde lípidos esenciales y su barrera natural se debilita, lo que se traduce en sequedad, pérdida de elasticidad y un tono más apagado. Aquí es donde entran los aceites faciales : verdaderos elixires nutritivos que reponen la hidratación, refuerzan la barrera cutánea y devuelven a la piel ese aspecto jugoso y radiante que tanto buscamos.

Su textura rica y envolvente –además de ser un auténtico placer sensorial–, también facilita el masaje facial, activando la circulación y potenciando la firmeza cutánea. Pero no todos los aceites son iguales, y elegir el adecuado es clave. Para una piel madura , lo ideal es optar por fórmulas ricas en antioxidantes, como el aceite de rosa mosqueta o el de marula, que ayudan a combatir el daño oxidativo y a mejorar la elasticidad. Si buscas un extra de regeneración, el aceite de argán o de borraja serán tus mejores aliados, mientras que el de jojoba es perfecto si necesitas equilibrar sin sobrecargar.

Lo importante es aplicarlo sobre la piel ligeramente húmeda y después de la crema hidratante para sellar la hidratación, o incluso mezclar unas gotas con tu base de maquillaje para un acabado luminoso y natural. El resultado siempre será el mismo: una piel revitalizada, nutrida y con un brillo saludable que no necesita filtros.

Nos encanta porque es una gran opción para todo tipo de pieles que van desde pieles normales, mixtas y grasas que buscan hidratación sin sensación pesada. Su fórmula con aceites vegetales equilibra y suaviza la piel, aportando un efecto revitalizante.

Contiene moras de enebro, ylang-ylang y pétalos de jazmín, ingredientes botánicos con propiedades calmantes y antioxidantes que ayudan a mejorar la textura y luminosidad de la piel, reduciendo los signos visibles de la edad.

Es un potente aceite seco de rápida absorción, formulado con una cuidadosa selección de aceites africanos como baobab, macadamia, marula, manketti y melón de Kalahari. Su alto contenido en vitamina E y ácidos grasos esenciales Omega 3, 6 y 9 hacen que sea un poderoso antioxidante que combate los radicales libres.

Su uso continuado previene el envejecimiento prematuro y la pérdida de firmeza. Además, nutre la piel en profundidad sin obstruir los poros, dejando un acabado suave y sedoso que quita años de encima y hace que la piel se vea más bonita.

Aceite de Rosa Mosqueta Orgánico de Rowse

Es ideal para pieles secas y maduras, ya que hidrata profundamente y previene la pérdida de agua, manteniendo la piel flexible y luminosa. Su alta concentración de tocoferoles, carotenoides y ácidos grasos esenciales favorece la regeneración celular, estimulando la producción de colágeno y mejorando la elasticidad.

Algo que nos gusta mucho de este aceite es su acción reparadora y antiinflamatoria que ayuda a reducir el daño solar, las cicatrices y las líneas finas. Por lo que, a la larga, el cutis se ve más uniforme y rejuvenecido.