Al igual que nos fijamos en los rituales de belleza de las mujeres coreanas, el cutis de las nórdicas siempre suscita envidias. A todas nos gustaría tener la piel de porcelana de estas mujeres, siempre impoluta y tersa. ¿Se debe al ambiente frío en el que viven o al aprovechamiento de sus recursos naturales autóctonos para crear los mejores cosméticos? En lo primero no podemos ayudarte (a no ser que te decidas a mudarte), pero en lo segundo podemos echarte una mano. Hemos descubierto uno de los ingredientes clave en sus cosméticos, un componente natural y autóctono con resultados sorprendentes para la piel: el agua de abedul.

El abedul es un árbol de corteza blanca, casi plateada, que crece en altas latitudes y que cuenta con un mecanismo para sobrevivir a los fríos inviernos nórdicos y bálticos. Tras el invierno, el abedul produce en sus raíces una savia con una composición muy característica. Además de minerales como potasio, magnesio y calcio, este 'agua' contiene una mezcla única de aminoácidos, como la citrulina y la glutamina; antioxidantes, como el ácido homovanilico y catequiny resveratrol; y ácidos de fruta natural, como ácido málico, succínico, cítrico y fumárico. Puede consumirse como una bebida detox que ilumina la piel y fortalece el cabello, o en forma de agua fresca, habiendo marcas que la embotellan.

Como ingrediente de nuestras cremas, el agua de abedul es perfecta para las mujeres de más de 35 años, que comienzan a notar los primeros signos del envejecimiento, como finas líneas de expresión o ligera pérdida de firmeza. La savia de abedul posee azúcares y minerales que ayudan a la regeneración celular y a combatir afecciones de la piel, además de contener silicio, calcio, magnesio, zinc, manganeso, potasio y vitaminas B1 y B2. Este ingrediente, garantiza una notable reducción del daño ambiental sobre la piel, una mejora del aspecto con un efecto lifting, mejor estimulación y preservación del colágeno, mayor hidratación y la activación de la renovación celular.

¿Estás decidida a probarlo? Aquí tienes dos cremas que pueden solucionar tus problemas:

Hydra Firm Gel Concentrado con Ácido Hialurónico, de Mádara

Hidro gel sin aceite con textura de gelatina concentrada que contiene una superdosis de ácido hialurónico para lucir una piel de aspecto más firme y joven. Gracias a su composición basada en jugo de abedul, ácido láctico y hialurónico, éste reabastece la piel sedienta reteniendo la humedad y reduciendo la pérdida de agua transepidérmica. Además, actúa como capa para lograr una hidratación en profundidad de la piel, una visible firmeza y potenciación de la síntesis de colágeno. Lo puedes encontrar en la web de Mádara por 33 euros.

Crema Natural Anti-Envejecimiento, de Esencias de Luna

Crema anti-envejecimiento a base de agua termal de Luna, savia de abedul, aceites de oliva y rosa mosqueta. Con plantas llenas de isoflavonas y anti-radicales: trébol de prado, malvas, caléndulas. Los minerales y oligoelementos presentes en el agua termal favorecen la regeneración celular, manteniendo la piel joven, además de añadir los principios activos vegetales (fitoterapia) de las plantas del valle de Luna. La puedes encontrar en la web de Esencias de Luna por 23,50 euros.

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