A la hora de escoger una buena crema hidratante tienes tres opciones: fichar las que recomiendan las farmacéuticas, apostar por alguna low cost o probar las que utilizan las famosas. Y es esta última propuesta de la que te venimos a hablar hoy. Es cierto que el último truco antiedad para luchar contra las arrugas de las famosas son los parches nasolabiales, sin embargo, no hay mejor imprescindible en una buena rutina de belleza que una crema potente que usar a diario y con la que conseguir un tratamiento efectivo. Y la favorita de Ana Boyer y Chábeli Iglesias es una opción muy interesante que tienes que fichar.
Las hijas de Isabel Preysler se han convertido en la imagen de uno de los últimos lanzamientos de Lancôme: la crema Absolue que ya triunfa entre rostros conocidos como Carmen Lomana o Vicky Martín Berrocal. Se trata de una crema que confía en el poder regenerador de la rosa y que las hermanas no han dudado en recomendar a través de su perfil de Instagram.
«La crema regeneradora Absolue de Lancôme tiene una fórmula excepcional inspirada en la Rosa Lancôme que mi hermana y yo hemos tenido la suerte de conocer. Aquí os lo enseñamos«, ha escrito Ana Boyer en su perfil de Instagram. Una publicación con un vídeo en el que ambas aparecen descubriendo los detalles de esta crema que es un tratamiento anti-envejecimiento global de excepción inspirado en la naturaleza y perfeccionado por la ciencia, perfecto para todas aquellas mujeres que desean una regeneración sublime de la piel.
Su fórmula ofrece propiedades revitalizantes procedentes del poder regenerador de la Rosa Lancôme, extraída a través de una combinación de procesos únicos que hacen de Absolue el tratamiento más exclusivo de la Maison. Su eficacia sobre las arrugas, la firmeza, la densidad e hidratación de la piel está probada y su textura que se transforma de fundente a ligera al aplicarse sobre el rostro deja un acabado sedoso y jugoso. En definitiva, una crema de lujo que cuesta 286 euros y que puedes comprar rebajada en Druni por 185,90 euros. ¡Aprovecha!