Si ya sabes cómo cuidar la piel grasa pero sigues desconfiando de las fórmulas oleosas especialmente con la llegada del verano, hay una en concreto que puedes incluir en tu neceser y que te va a hacer cambiar de opinión de inmediato. Primero porque es un aceite vegetal, no comedogénico ni oclusivo, como el de árbol de té. Segundo porque es perfecto para mantener el equilibrio hidrolipídico del cutis. Y tercero porque es de tacto seco y tiene un acabado mate muy bonito. Hablamos del aceite esencial de lavanda y todos sus usos, pero en concreto los que tiene sobre la epidermis, que no son pocos.
«La lavanda (Lavandula Angustifolia y Officinalis), conocida también como espliego, es un arbusto que no suele superar el metro de altura. Esta planta se ha utilizado por sus propiedades medicinales desde hace siglos y ahora es también un ingrediente habitual en cosmética. El aceite esencial y el extracto de lavanda se utilizan en aceites de masajes y perfumes, pero también en cremas faciales y corporales, champús y otros productos para el cuidado de la piel y del cabello«, explican desde Farmacia Arbosana.
¿Y por qué el aceite de lavanda es bueno para pieles con granitos? Porque no engrasa y posee propiedades antiinflamatorias, antisépticas y bactericidas, la principal cura para las infecciones sebáceas que se producen en los brotes de acné. Por lo tanto, es ideal para combatir este problema cutáneo que se puede dar tanto a los 20 como a los 40. Calma, hidrata y suaviza.
«Además, mantiene limpia la piel sin obstruir los poros. Puedes aplicar lavanda por las noches antes de dormir. Sobre la piel, actúa como un tónico hidratante y antinflamatorio», cuentan desde Garnier. Utilízalo sobre todo el rostro después de la limpieza facial tanto por el día como por la noche o aplica solo sobre la zona acneica a combatir.
Pero lo mejor de lo mejor es que también previene las arrugas al ser un perfecto regenerador de células y ayuda a combatir otros problemas como los eccemas, la dermatitis o la psoriasis, así como quemaduras, rojeces o picaduras. Eso sí, la farmacéutica Mar Santamaría advierte que no está indicado durante el embarazo ni en la lactancia, en niños menos de 6 años y personas alérgicas a su composición, entre otros.