Agua micelar y exfoliante: qué productos usar y cómo hacerlo para limpiar la piel y evitar el envejecimiento

Ya te hemos hablado alguna vez de la importancia que tiene la limpieza del rostro y del uso de un limpiador para el estado y la salud de la piel. Sin embargo, la gran variedad de productos que hay en el mercado puede generar confusión y decantarnos por uno que no es adecuado para nuestro tipo de piel o que no usamos correctamente. Existen limpiadores en formato jabón, en leche, como agua micelar e incluso en ampollas , pero, ¿sabías que para que tu piel esté perfecta necesitas una doble limpieza a fondo ? Si no tienes del todo claro cómo hacerlo y qué productos usar, atenta a estos consejos que da la dermatóloga María Marcos, del Grupo Dermatológico Pedro Jaén.

María Marcos asegura que el 99% de las mujeres no saben cómo desmaquillarse y que, como mucho, un 40% de mujeres sabe elegir un producto de limpieza adecuado. como hemos mencionando anteriormente, esto se debe a la gran variedad de cosméticos disponibles que acaban por hacernos buscar una rutina fácil y cómoda, es decir, usar jabón o agua micelar, que se quedan cortos si vamos maquilladas. María confirma que hasta un 50% de las mujeres, solo se limpian la piel por la noche, y la otra mitad creen que, como no se han maquillado, no necesitan lavarse la cara. Eso sí, la mayoría lo tiene claro: conoce las diferentes texturas que hay (leche, jabón, gel, agua micelar…) no saben en qué casos está indicada cada una.

Tranquila, si eres una de ellas, aquí van tus dudas resueltas. Para empezar hay que tener claro que limpiar y desmaquillar no es lo mismo. La limpieza tiene la función principal de eliminar la suciedad, las impurezas, el exceso de grasa y las bacterias, sin embargo, al desmaquillar solo estamos eliminando el maquillaje. Por ello, hay que hacer ambas cosas: primero desmaquillar y después limpiar. En cuanto a la limpieza Laia Puig, responsable de cosmética de LPG®, recomienda una limpieza por la mañana que «nos ayuda a eliminar los restos de cosméticos que hemos aplicado por la noche, así como el sudor y el exceso de sebo y toxinas», y otra por la noche, que «es extremadamente importante, tanto si nos hemos maquillado como si no, ya que acumulamos mucha más suciedad durante el día que mientras dormimos y que ayuda a eliminar los restos de los cosméticos, los fotoprotectores, el sudor, el sebo y las partículas de contaminación».

Con estas aclaraciones, las expertas recomiendan apostar por una doble limpieza al menos una o dos veces a la semana y con mayor motivo si vamos maquilladas a diario. Pero, ¿cuáles son los pasos a seguir? El primer paso de una correcta higiene facial consiste en retirar los restos de maquillaje, cremas con color, el protector solar, la grasa y las partículas de contaminación que se quedan retenidas en la piel. Es decir, la suciedad soluble en grasa. Y esto se hace con un agua micelar, una dispersión de micelas en un solvente que generalmente es agua.

El segundo paso es al que se recurre para retirar la suciedad soluble en agua: básicamente el sudor. Y esto se logra aplicando un exfoliante, ya que éste hace una limpieza más profunda, porque sus partículas penetran más que las micelas del agua micelar. Exfoliar es renovar capas, lo que va a conseguir una limpieza más profunda. Y si el exfoliante es físico, realiza una exfoliación mecánica con micropartículas de pequeño tamaño y sin bordes afilados, que no resultan agresivas para la piel.

Dos sencillos pasos que, al hacerlos de manera rutinaria, conseguirán frenar el envejecimiento de la piel. «La suciedad, el sudor y la grasa retenidas disminuyen la luminosidad y hacen que la tez esté apagada. Las partículas contaminantes y las toxinas aumentan la producción de radicales libres, producen oxidación y daño celular. Lo que e se traduce en envejecimiento acelerado: manchas y arrugas, principalmente», asegura Laia Puig, responsable de cosmética de LPG®. Ya sabes, no te olvides de incluir tu doble limpieza cada semana.