Pincha para ver a los influencers de belleza que arrasan en TikTok y que te enseñan a conseguir una piel lisa y radiante (o una melena espectacular). /
Rosa para ellas, azul para ellos. El hombre, preocupado por la suavidad de su cara después del afeitado; la mujer, por las arrugas que produce el paso del tiempo. Es evidente que aún queda mucho por hacer para que desaparezcan las etiquetas de género en el mundo de la cosmética . Sí, es cierto que hay una corriente genderless que cada vez cuenta con más adeptos y consumidores, con productos alejados de estereotipos en cuanto a colores y olores.
Pero también lo es que sigue existiendo una línea roja que separa los productos de ambos sexos y que va a ser difícil de borrar en un futuro próximo. Incluso, en algunas categorías como el skincare, va a ser casi imposible que esa línea desaparezca del todo, porque la piel de las mujeres y de los hombres es diferente. La diferencia de género en los cosméticos se basa en las distintas necesidades que tiene la piel, pero no en una razón de índole social o cultural», opinan desde la firma Shiseido.
En el universo del color no hay diferentes fórmulas ni productos para hombres y mujeres.
Partimos del hecho de que la piel de cada sexo es diferente. «La del hombre es, en general, más grasa por tener más glándulas sebáceas. También es más porosa y con mayor tendencia a la deshidratación, y por tanto más áspera y opaca. Además, el afeitado provoca que su barrera protectora sea más débil, lo que hace que su inestabilidad sea mayor y las posibilidades de envejecimiento prematuro, también», explican desde la firma japonesa, que acaba de publicar una investigación sobre la evolución de la piel del hombre respecto a la de la mujer. ¿Las diferencias? En primer lugar, que la masculina posee menos defensas.
Esto es culpa de la testosterona, que sumada a los agresores externos e internos hace que se produzcan menos células de Lagerhans, las responsables del sistema inmunitario de la piel, que hacen que se activen sus defensas ante cualquier daño o peligro. En segundo lugar, tiene un poder antioxidante más bajo que la femenina. La culpa aquí es del afeitado, que provoca pequeños daños en la barrera cutánea y reduce su capacidad para combatir la oxidación. Y otra conclusión llamativa: los hombres tienen menos resistencia a los rayos UV que las mujeres, lo que significa que su defensa natural se debilita y que la piel se vuelve más vulnerable.
Los hombres son exigentes y conocen las necesidades de su piel. Además, se fijan mucho en la sensorialidad de las fórmulas y buscan texturas ligeras. Lo que le piden a un cosmético, según el equipo de Shiseido, es «que les haga parecer más jóvenes, más cuidados. Prefieren las texturas tipo gel, que aporten una sensación muy fresca y tengan una rápida absorción. Además, buscan productos poco perfumados o con aroma masculino», aseguran.
Corrector Bare with me concealer serum de Nyx (10,50 €). Total Revitalizer Cream de Shiseido Men (107 €)
Y, ¿cómo les influye la publicidad? ¿Se atreverían con un cosmético anunciado por mujeres? «En nuestras campañas, y ocurre así en otras marcas también, aparecen hombres o mujeres, dependiendo de la línea que se quiera anunciar y el target al que nos dirijamos –insisten desde Shiseido–. La publicidad es una vía muy eficaz para comunicar la tecnología y los beneficios de los productos, independientemente del género.
Puede ocurrir que un ingrediente esté presente en productos tanto para mujer como para hombre, pero cada lanzamiento tiene una fórmula, una tecnología y una textura desarrollada para un tipo de piel específico que, reiteramos, es diferente en el caso de la mujer y del hombre. Llevamos 150 años investigando en el cuidado de la piel que avalan nuestro conocimiento científico de los beneficios que debe ofrecer un producto masculino respecto al femenino, por lo que seguiremos construyendo un portfolio de líneas diferenciadas y adaptadas a esas necesidades». De momento, parece que el horizonte cosmético seguirá dividido, pero no con un sesgo tan sexista como parece a simple vista.
«Creemos que, hoy en día, la necesidad de cumplir con estereotipos de género está más que superada y en Shiseido entendemos la belleza como una fuerza unificadora que aboga por la diversidad y por ofrecer nuestra mejor versión al mundo, independientemente de la edad, raza o género. Ofrecemos soluciones pioneras en tratamiento y un maquillaje sensorial, para hombres, mujeres y ahora incluso para entes digitales dentro del Metaverso, un universo en boga. Ya no hay límites de identidad física más allá de ofrecer el mejor cuidado para la piel a través de la más alta tecnología cosmética para ayudar al bienestar de las personas».
En definitiva, las marcas de skincare se refieren a personas con diferentes necesidades y tipos de piel, más que a hombres o mujeres en concreto. Sin embargo, hay otros ámbitos, como el del afeitado o la depilación, que aún mantienen un discurso diferenciador. Las cuchillas de afeitar son descaradamente masculinas y tanto sus colores como sus spots publicitarios lo quieren dejar bien claro. «Lo mejor para el hombre», decía uno de los más famosos.
Por el contrario, las cuchillas para mujeres son siempre en tonos rosas y con unos mensajes que parecen transmitir que, si no te depilas, no puedes hacer una vida normal en la que disfrutar de un día de piscina con amigas. Afortunadamente ya hay marcas como Estrid, una firma sueca que acaba de llegar a España, que aboga por un afeitado sin género, con productos que desafían cualquier norma binaria.
En el universo del color no hay diferentes fórmulas ni productos para hombres y mujeres, pero lo que quizá sí existe es un tabú que marcas como Nyx ayuda a eliminar. Es una de las pocas que utilizan a hombres en sus campañas y que, directamente, ha eliminado el género de su discurso para acercarse al consumidor y, en definitiva, al mundo real. «El maquillaje siempre ha estado ligado al hombre, no es nada nuevo. Pero lo que sí se ha hecho es acercarlo a la sociedad en general, como un producto más en la rutina de belleza masculina», explica Silvia Pellissa, advocacy manager y make up artist de Nyx Professional Make Up.
«Siempre queda mucho por hacer, pero estamos en un momento muy bonito en cuanto a maquillaje y género. A los que aún les quedan dudas o miedo, solo se trata de preguntar, escuchar, dejar que profesionales te asesoren y, con toda esa información, valorar si se adapta a tus necesidades o no. Por eso quiero dejar bien claro que el maquillaje no es obligatorio para nadie, seas del género que seas. Va con tus inquietudes, así como con tu manera de manifestarte ante los demás.
Hay a quien le gusta hacerlo a través de la ropa o los complementos o también a través del maquillaje», continúa Pellisa. Y concluye: «Lo que hay que hacer es relajarse y no seguir buscando etiquetas. El maquillaje es una herramienta de expresión y una identidad para la belleza en todo su contexto. Con esto, que cada uno lo utilice como quiera y le apetezca, independientemente del sexo».