Estas son las cremas antimanchas perfectas y más vendidas que devolverán el brillo y la hidratación a tu piel

Puede que vayamos ganando batallas, pero es muy difícil ganarle la guerra definitiva a las manchas de después del verano. Los expertos aseguran que hay tratamientos capaces de eliminarlas, pero lo más probable es que vuelvan a aparecer. Si no las mismas, otras nuevas.

«Las manchas pueden quitarse por completo, pero saldrán otras. A medida que cumplimos años (o bien si hemos agotado el capital solar de la piel en edades más tempranas), la tendencia a que aparezcan es mayor», asegura la doctora Adriana Juanes, de la Unidad de Dermatología del Instituto Médico Láser (IML).

Según explica la doctora María Marcos, dermatóloga del Grupo Pedro Jaén La Moraleja, las manchas son lesiones cutáneas que se hacen visibles cuando se produce una alteración en la síntesis, producción o distribución de algunas de las sustancias relacionadas con la coloración de la piel.

La más conocida es la melanina, el pigmento natural que segregan los melanocitos y que se relaciona con las manchas marrones. Pero también existen otros elementos que pueden alterar la coloración de la piel, como la queratina (ligada a las manchas amarillentas) o la hemoglobina (relacionada con las manchas rojizas).

Las más frecuentes son los lentigos solares y se suelen dar en fototipos de piel más claros porque, según la doctora Juanes, del Instituto Médico Láser, «tienen poca capacidad de pigmentar de forma adecuada y, como consecuencia, generan con más facilidad manchas como defensa a la radiación solar».

¿Son solo una cuestión estética o hay algún problema detrás? Ambos, porque aunque sean una preocupación estética para la mayoría, también pueden derivar en lesiones malignas. «Los lentigos solares suelen aparecer en grupo y van aumentando de tamaño con los años. No duelen, no pican y no revisten gravedad, pero hay que vigilarlos periódicamente para diferenciarlos de los denominados lentigos malignos, lesiones cancerígenas que sí hay que extirpar con cirugía», explica María Marcos.

Además de los lentigos provocados por el sol, otro tipo de mancha muy frecuente es el melasma (también llamado «paño de embarazada»). Aparecen por factores hormonales, pero también empeoran con la frecuente exposición solar.

Antes de pasar a mayores, la clave está en evitar que salgan o, por lo menos, intentar retrasar su aparición. Como recomienda la doctora Marcos, « la fotoprotección es una medida fundamental para reducir el riesgo de que aparezcan o de que empeoren las que ya existen. Pero no siempre se pueden evitar, dado que su formación puede deberse a factores genéticos y alteraciones hormonales, pero también influye el estilo de vida, no hay un solo motivo por el que salgan».

Si ya es tarde y las manchas han aparecido, hay que recurrir a un tratamiento para eliminarlas. Puede ser cosmético, para hacer en casa, con productos que contengan los ingredientes más efectivos para combatirlas. Entre ellos, la hidroquinona, el ácido kójico, el ácido tranexámico, el azelaico, la vitamina C, los retinoides o la niacinamida.

Pero lo mejor es combinar diferentes métodos, como recomiendan desde el Grupo Pedro Jaén. Dentro de la rutina de cuidado facial diario, además de la protección solar obligada, hay que incluir despigmentantes tópicos, exfoliantes que contengan alfahidroxiácidos y antioxidantes para combatir la acción de los radicales libres ligados al fotoenvejecimiento cutáneo.

Y ya en la consulta del dermatólogo, apostar por peelings químicos que ayuden a aclarar las manchas o, directamente, por un tratamiento láser que destruya el pigmento de manera respetuosa con la piel para evitar una hiperpigmentación postinflamatoria.

En el Instituto de Belleza y Medicina Estética Maribel Yébenes, su directora Myriam Yébenes va en la misma línea, pero insiste en que antes de pasar por el láser hay que analizar el tipo de mancha. «El más habitual es la luz pulsada, pero es muy importante comunicar al cliente que el resultado final depende mucho de sus hábitos. Si le estamos realizando un tratamiento y, aunque sea un solo día, olvida aplicarse protección solar, la mancha que está desapareciendo volverá a salir», advierte.

Desde IML aseguran que el tratamiento de las manchas ha avanzado mucho en los últimos años y, gracias a los llamados láseres de picosegundos, se puede acabar con ellas para siempre. «Son específicos para la melanina, porque la rompen en partículas tan pequeñas que se elimina sin dañar el tejido», concluye la doctora Juanes.

El primer paso para prevenir, tratar o eliminarlas es llenar tu neceser de productos que contengan activos antimanchas como la hidroquinona, la vitamina C, el retinol o la niacinamida.

Es vital elegir los productos ideales para cada tipo de piel para conseguir los objetivos esperados. Cada persona requiere de unas cremas distintas pero lo importante es que contengan los activos necesarios para luchar contra las cremas producidas por el sol.

Mientras acabamos con ellas, lo mejor para disimularlas es un buen neceser de maquillaje. En él no pueden faltar el corrector, en formato líquido o lápiz, y siempre en tonos anaranjados. Añade un buen iluminador y una base de maquillaje con FPS.

Cada producto tiene su función específica para camuflar las manchas que van apareciendo, primero por el sol pero después por la edad. Y encontrar aquellos que funcionan bien en nuestra piel es vital para conseguir potenciar sus resultados. No todos son adecuados, es necesario descubrir los que se adaptan a tu tipo de piel.