Las nuevas tecnologías de protección solar que necesitas incorporar a tu neceser para este verano

Parece mentira, pero aún no somos conscientes de esta abrumadora realidad: el 80% del envejecimiento de la piel está causado por el sol. Para evitarlo, la protección solar se vuelve fundamental durante todo el año, pero más aún en verano. Por eso, las firmas cosméticas no dejan de investigar e innovar en este terreno que este año se decanta por fórmulas cada vez más comprometidas y respetuosas con el planeta. Pero una buena protección no empieza con la primera exposición solar, hay que trabajarla antes, durante y después.

Protección antes de la exposición: A conciencia

El 88,1% de los españoles usa protección solar, según un estudio de Garnier Delial. Un dato alto, sí, aunque aún queda un pequeño porcentaje que no lo hace. Y eso a pesar de que, según este mismo estudio, la pandemia ha aumentado en un 34% la preocupación de los españoles por la salud en general y por la protección solar en particular. «Cada vez somos más conscientes de los daños nocivos que acarrea tomar el sol sin fotoprotección. El sol es amigo y enemigo a la vez, solo hay que saber tratarlo. Por un lado, nos aporta beneficios numerosos, como la síntesis de vitamina D, fortalece los huesos, mejora nuestro estado de ánimo. Pero si no se toma de forma responsable y siempre con uso de un buen fotoprotector, puede tener efectos perjudiciales», advierte Emilio Ballesteros, coordinador de Formación La Roche-Posay.

Fotoprotectores, el factor clave: SPF, UVB, UVA...

Llevamos años hablando de estas siglas, pero ¿sabemos distinguirlas? «La intensidad de la radiación UVB va a depender de factores como la hora (es más intensa de 12 a 16 h), la estación del año (en primavera y verano los índices de radiación son más altos), así como el lugar donde nos expongamos (según la latitud y altitud y las superficies a nuestro alrededor, que puedan reflejar la radiación). Sin embargo, la radiación UVA va a estar presente durante todo el año a la misma intensidad. Por eso es importante utilizar un buen fotoprotector frente a los dos tipos», explica Emilio Ballesteros. ¿Cómo elegirlo? María Vitale, dermatóloga y directora médica de Cantabria Labs lo aclara. «Ante la gran oferta de fotoprotectores, debemos elegir, por supuesto un SPF alto, si es posible un SPF50 o 50+, porque nos está dando la medida de protección frente a la radiación UVB, que sabemos que es muy dañina», recomienda. Y parece que le hacemos caso, según un estudio de Garnier Delial, en España el SPF más común es el 50: lo usan el 43%, sobre todo mujeres que, en general, tienden a elegir filtros más altos. Pero todos fallamos en algo: olvidamos zonas como las orejas, las axilas, la nuca y los empeines.

Aftersun: el último paso

Si a pesar de todo lo que ya sabemos, volvemos a casa con la piel quemada, no hay nada más reconfortante que un producto aftersun específico. Los favoritos son en formato bruma, por su efecto inmediato y comodidad a la hora de aplicarlo, pero está la loción de toda la vida y, este año, la mascarilla calmante, con un extra de efecto frío que calma y nutre de forma intensiva, además de proporcionar una experiencia relajante extra. Si lo que buscas es, simplemente, resaltar el bronceado y que dure más, puedes utilizar un gel de ducha específico y aplicar después un producto hidratante con efecto glow.

Por fin... el Sol

Darling. Tan activator con aroma a Monoï de Tahití (35 €).

D.R.

Por fin... el Sol

Ziaja. Acelerador del bronceado Cocoa Butter Spray (4,50 €).

D.R.