MANICURA SEGURA
MANICURA SEGURA
Llega el verano y con él, el momento de lucir pies y manos como no has podido hacerlo durante todo el año. De hecho, conseguir una cita para hacerte las uñas en un salón de belleza se convierte, prácticamente, en misión imposible por estas fechas. Sobre todo desde que las manicuras y pedicuras permanentes y semipermanentes revolucionaron el sector de la belleza y el cuidado personal. Según un estudio realizado por Prontopro.es. solo en 2021 la demanda de servicios de manicura y pedicura aumentó un 131% en nuestro país.
Sin embargo, la fiebre de las manicuras de larga duración, que requieren esmaltes especiales y lámparas de luz ultravioleta, tiene preocupados a los dermatólogos. «En los últimos años ha habido un boom de las manicuras permanentes y semipermanentes. Ambas emplean esmaltes que precisan el uso de lámparas de luz ultravioleta (UV) para su secado y sellado. Sabemos que la radiación UV puede provocar cáncer de piel y de ahí la creciente preocupación de los dermatólogos por las posibles consecuencias que podrían acarrear estos hábitos», explica la doctora Libe Aspe, dermatóloga en el Hospital Quirónsalud de Vitoria.
No todas las lámparas que se emplean tanto en salones de belleza como las que pueden adquirirse para uso doméstico son iguales. Sin embargo, el riesgo cero no existe. «Estas lámparas emiten radiación UV, la cual sabemos que es carcinogénica y puede provocar cáncer de piel. La radiación UV está incluida en el listado de agentes con potencial cancerígeno de la OMS, en categoría 1, tanto la proveniente de la luz solar como de las lámparas de bronceado», explica la doctora.
«Aunque hay estudios contradictorios, parece que la cantidad de radiación que emiten estas lámparas es muy baja y serían necesarias exposiciones muy prolongadas para provocar efectos dañinos en nuestra piel. El problema es que estas lámparas no están reguladas, debería estar bien definida la longitud de onda y cantidad de energía que emiten. Por eso, es complicado establecer el riesgo exacto», apunta la dermatóloga.
Sin embargo, no es una preocupación exclusivamente teórica: ahí están los casos clínicos. «Desde hace años, vienen publicándose casos de tumores cutáneos en pacientes que han sido usuarias de este tipo de manicuras durante años. Suelen ser mujeres mayores de 50 años, que acumulaban un importante número de sesiones. Sin embargo, con el aumento de este tipo de tratamientos es posible que en los próximos años también observemos un aumento de casos. Sigue siendo un número reducido para concluir que exista una relación directa, pero no está de más tomar precauciones», explica la doctora Aspe.
Además, deben tenerse en cuenta otros factores de riesgo añadidos, como el fototipo (tienen más riesgo los bajos), la inmunosupresión o la toma de medicamentos fotosensibilizantes.
Sin embargo, para las usuarias de este tipo de tratamientos es un riesgo poco conocido, quizá porque de momento no hay estudios científicos con muestras suficientemente significativas que establezcan una correlación. A pesar de todo, conviene tomar precauciones para no aumentar el riesgo de padecer un tipo de cáncer de piel no melanoma conocido como carcinomas de células escamosas.
Los casos publicados también describen las llamadas queratosis actinicas, lesiones precancerosas precursoras de ese tipo de cáncer. «Su tratamiento es quirúrgico, y de no extirparse a tiempo, podría llegar desarrollar metástasis ganglionares que complicarían el pronóstico», explica la doctora Libe Aspe.
Pese a la seriedad del problema, la solución, en realidad, es sencilla. «Lejos de crear alarma, abogaría por el sentido común y la prevención. Y eso consiste en aplicar un fotoprotector de amplio espectro FPS 50+ en el dorso de dedos y manos 30 minutos antes de la exposición. Muchas veces se sumergen los dedos en agua durante la manicura, si la crema está recién aplicada puede eliminarse, de ahí que sea aconsejable darla con antelación para que se absorba adecuadamente. También puede ser útil el empleo de guantes sin dedos», explica la dermatóloga.
¿Y sería aconsejable espaciar este tipo de manicuras o sería suficiente con utilizar protección solar? «El sentido común nos lleva a recomendar espaciar su uso», opina la experta.